jueves, 3 de junio de 2010

El despertar del amor


Sinopsis:
Con treinta y nueve años de edad, Elaine Metcliffe se despierta una mañana en otro siglo distinto al suyo, en la cama de otra mujer, dentro del cuerpo de otra mujer y casada con un marido que no es el suyo. Charles Mortimer, un apuesto miembro de la nobleza del siglo diecinueve, no es para nada parecido al marido que ha dejado en el siglo veinte.

Decidido a seducir a la joven y frígida esposa con la que él cree haberse casado, Charles educará a Elaine en todas aquellas prácticas de placer físico con las que ella nunca se atrevió a imaginar. Y ella, por su parte, se verá en la encrucijada de escoger entre continuar con el frío matrimonio que dejó atrás y, por tanto, resolver cómo y porqué ha viajado en el tiempo, o abandonarse a las exquisitas caricias de Charles.


Ya he leído todas las novelas de Robin Schone que se encuentran en la biblioteca de San Vicente. Qué lástima. Esta es la primera que escribió y se nota pues no alcanza la calidad de las posteriores. Aunque con altibajos la logrado captar mi interés. Uno de los aspectos que más me han gustado es cómo describe un viaje en el tiempo, como Elaine, procedente del siglo XX y sus comodidades, en el cuerpo de Morrigan se habitúa a la vida del siglo XIX, las diferencias de higiene, vestuario, costumbres, normas...

Como es característico en esta autora, las escenas de sexo están muy presentes en la trama, descritas con mucho detalle, muy explícitas. También tiene esos toques de oscuridad, confusión y desesperación típicos de esta autora, que a veces me dan rabia porque cortan el ambiente erótico-festivo en una especie de “coitus interruptus”. Pero, claro, tampoco va a ser todo perfecto en las primeras páginas pues ya no seguiríamos leyendo.

Sus libros no son nunca “un libro más”. No, sus libros no se olvidan. Se pueden recordar con simpatía o con odio pero no nos va a suceder que tiempo después leamos el título y no tengamos ni idea del argumento. Schone siempre impacta, deja su huella en medio de un género que suele saturar por la falta de originalidad de las autoras.

1 comentario:

carolina dijo...

Estos Mortimer... No sé qué tendrán, pero parece que los hombres de la familia son de un seductor que apabulla. Yo estoy leyendo la heptalogía "Los reyes malditos", de Maurice Druon, sobre la historia de la dinastía de los Capeto tras la ejecución (=asesinato?) de Jacobo de Molay, el último Gran Maestre del Temple. Resulta que he llegado a cuando las cosas se ponen chungas y la Guerra de los Cien Años está en ciernes; allí aparece el rey Eduardo II de Inglaterra (casado con Isabel, princesa de la dinastía de los Capeto), cuyo mortal enemigo es el barón Roger Mortimer. Pues bien, este buen señor, futuro amante de la propia Isabel de Inglaterra, aparece descrito como poseesor de un "gran cuerpo firme... ancho y bien formado torso, la barbilla altiva, los ondulados cabellos..." En resumen, que poco se puede reprochar a Isabel, quien, tras haber aguantado durante más de 11 años a un marido que la postergaba en favor de sus amantes masculinos, como Gavestón y Despenser, se decidiera a poner los cuernos a su real esposo con semejante ejemplar.