viernes, 4 de junio de 2010

Peregrinatio I. Seguimos vivas



Hola, compañeros:
Después de 88 km aún seguimos en la brecha. Estamos pasando por todo tipo de alojamientos, degustando buenos vermús, sidriñas, ribeiros, marisquiño, etc., etc. que nos mantienen en pie... aunque haciendo algunas eses que nos desvían del recto Camino. Con deciros que hemos soportado, al parecer contra todo pronóstico, una primera etapa de 40 km. Mañana haremos otros 40, y esta vez quizá bajo la lluvia. Tal vez éste sea el último correo que recibís de nosotras. Snif, snif.
Hoy hicimos unos respetables 30 km, lo cual sería casi una miseria si no fuera porque buen parte de la etapa fue cuesta arriba y bajo un calor de tres pares. Eso sí, estamos cumpliendo nuestros deberes piadosos: ayer en Ribadeo, al entrar en la iglesia, nos unimos al rezo del Rosario. Toda ayuda es poca, dadas las circunstancias.
También quería comentaros que, si bien nosotras creíamos que estábamos haciendo el Camino en plan pijo, ya que no hemos querido pasar de nuevo por la dura prueba de los albergues, nos acabamos de enterar que existía otra modalidad que nos deja a la altura del pobre transeúnte: la modalidad VIP. Consiste en que uno se saca el Bono Xacobeo y, mediante un módico precio, tienes alojamiento en casas rurales puestas a tutiplén, con desayuno y cena incluidos y, lo que no es menos importante, cuentas con servicio de traslado de mochila y de recogida en taxi en caso de pájara o cualquier otro percance. Nos lo contó un chico madrileño que, hasta el momento, es uno de los pocos peregrinos con los que nos hemos topado, y el único con el que hemos pegado hebra.
La señalización puede pasar, en pocos kilómetros, de excelente a infame o inexistente. Hemos de decir que, por ejemplo, no encontramos la más mínima señal del Camino para salir de Luarca, que casi nos perdemos en la misma autovía (menos mal que tenemos buen sentido de la orientación y que un señor con barbas nos gritó desaforadamente que no fuéramos por ahí) al tratar de coger el camino para el Puente de los Santos. También en esa etapa, que fue la de ayer, nos hemos recorrido tooooda la ensenada de la ría de Eo, por culpa de la distracción de Carolina, que iba pegada al móvil como de costumbre y se le pasó la desviación de las narices, que a saber cómo estaba señalizada porque Estíbaliz tampoco la vio (todavía no, repito, no, habíamos bebido nada). Respecto a la cuestión turística, de momento no pasa de la simple contemplación del paisaje, que no es poca cosa, pues la zona, tanto en Asturias como en Galicia, es preciosa. Eso sí, ¿quieres ver una iglesia? Reza para que haya misa, si no, te quedas con las ganas. Pues ¿y el museo con los calamares gigantes? Reza para que los devuelvan a Luarca, porque hasta julio están prestados para no sé qué exposición. ¿Quieres ver el aula del paleolítico en Luarca? Reza para que vuelva a aparecer, porque se volatilizó como la famosa habitación de ámbar de los zares.
Supongo que querréis saber cómo andamos, y nunca mejor dicho, respecto a la cuestión de pies, músculos y demás. Respuesta: de fábula. Estamos tratando a nuestras ampollas como reinas, porque les damos de todo. ¿Quieren Compeed? ¡Toma Compeed! ¿Alcohol? Bueno, eso es para nosotras, pero algo les dejamos. ¿Pomadas? Las que quieran... hemos traído toda la farmacia que nos cabía en las mochilas. ¿Y las mochilas? Pues gordas y lozanas, como era de esperar. O sea, nosotras adelgazamos a pasos agigantados (o al menos eso esperamos) y ellas van digiriendo todo lo que vamos cogiendo según se necesita.
Hablando de proveer, es verdad que a veces el Camino te trae lo que necesitas: esta misma mañana, que salimos a una hora intempestiva por orden del Estado Mayor (Estíbaliz), por supuesto estábamos prácticamente en ayunas, salvo un zumito. Pues bien, he aquí que Santiago (el Apóstol, ¿eh? no os confundáis) obró el milagro. A la vera del Camino había unas amayuetas (dícese de un tipo de fresa pequeña y silvestre que se da en mayo) Estaban riquísimas, entre dulces, un poco amargas y cubiertas de fresco rocío. Bueno, nos entretuvimos tanto recogiéndolas y poniéndonos moradas que nos pasaron todos los peregrinos que había por las inmediaciones (4)
Si seguimos vivas después de mañana y encontramos otro cíber (francamente, no sé cuál de las dos cosas es más improbable) intentaremos ponernos en contacto con vosotros de nuevo.
Besos pilgrims de Carolina y Estíbaliz.

2 comentarios:

Jesús dijo...

Me parece una aventura estupenda.

Gracias por compartirla con nosotros.

Johnny dijo...

Qué aventura, los paisajes de Galicia y Asturias son espectaculares.