martes, 10 de mayo de 2016

Un corazón por conquistar



Sinopsis:
Tiffany Warren está a punto de casarse, pero no por amor sino para poner fin a una enemistad. A regañadientes, viaja al Oeste para encontrarse con su padre y con el hijo mayor del enemigo de este, el ranchero Hunter Callahan. La unión entre Hunter y Tiffany está destinada a que los Warren y los Callahan dejen de disputar por una parcela de tierra.

Pero el tren en que viaja es atacado, y durante la confusión Tiffany aprovecha la oportunidad para adoptar la identidad de la nueva ama de llaves de su padre, lo que le permitiría vivir con el progenitor al que nunca ha visto y evaluar su auténtico carácter, y también el del vaquero vecino con el que está comprometida...

En casa tenía la novela romántica de Johanna Lindsay Un corazón por conquistar, una de esas que forman parte de una colección y cuyo primer número en kioscos cuesta unos 3 €. A sabiendas de que la calidad no es prioritaria, suelo picar y lo compro. Lo dejo en una estantería a la espera de no tener otra cosa que llevarme a los ojos.

Sin faltar los tópicos del género, es la primera que leo ambientada en el salvaje oeste norteamericano. La señorita educada en el este se enfrenta a rudos vaqueros, a los que ha de "civilizar", lo que me remite a Siete novias para siete hermanos. Dentro de la previsibilidad, no es de lo peor que he leído: la gama de personajes es variada (algunos se quedan a medio explorar, por lo que deduzco que habrá continuado la saga), la ambientación es más que correcta y la narración no duele a la vista. Le habría faltado, en mi opinión, algo más de picantillo en las escenas amorosas.

2 comentarios:

carolina dijo...

Tomo nota para cuando acabe "Bomarzo", de Manuel Mujica Lainez. Sí, vale, eso sí es literatura de calidad, pero qué queréis que os diga: no consigue entusiasmarme ni apenas distraerme. Ya sé que estoy diciendo una barbaridad.

Conchi dijo...

Déjate de literatura de calidad: si es un aburrimiento, cierra el libro y cógete otro que te entretenga, que la vida es muy corta para desperdiciarla en rollos.