Para combatir el frío reinante, el otro día ofrecí a las señoras mayores a las que doy clase la merienda pendiente del día de mi santo. Mi hermana tuvo la bondad de prepararme una olla de calentito chocolate a la taza, y con el panetone, las toñas y el surtido de galletas que llevé merendamos opíparamente. Para ayudar a la digestión, sidra al coleto. Pasamos un rato estupendo, que no todo tiene que ser estudiar.
martes, 22 de diciembre de 2009
Merienda escolar del día de mi santo
Para combatir el frío reinante, el otro día ofrecí a las señoras mayores a las que doy clase la merienda pendiente del día de mi santo. Mi hermana tuvo la bondad de prepararme una olla de calentito chocolate a la taza, y con el panetone, las toñas y el surtido de galletas que llevé merendamos opíparamente. Para ayudar a la digestión, sidra al coleto. Pasamos un rato estupendo, que no todo tiene que ser estudiar.
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5 comentarios:
Faltaban los churritos, salvo que le llameis toñas ahí o panetone.
Dí que sí, Conchi. Hay que entonarse bien para estas fiestas. Además, los ratos de ocio, buen humor y mejor comida en clase en realidad ayudan mucho. Si el clima en el aula es bueno, los contenidos se imparten mejor y los alumnos están más dispuestos a aprender. Y además, ese chocolate tiene pinta de estar de muerte. Buen provecho.
Yo digo lo de Juanfra, ¿ y los churros?
Yo digo lo de Juanfra, ¿ y los churros?
En Agost es tradición el chocolate con toña, que es un pan de huevo dulce.
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