El sábado pasado fue la festividad de las santas Justa y Rufina, patronas de la alfarería En la calle de mi madre hay una ermita dedicada a ellas y todos los años se organizan unas modestas fiestas en su honor.
Los Beneyto solemos celebrar sea lo que sea en torno a una buena mesa, rodeados de familiares y amigos.
Éramos tantos que no cabíamos en la misma foto.
Aquí estoy con mi amiga Maribel, que vino a tomarse una copichuela con su marido mientras escuchábamos la orquesta.
1 comentario:
Què bé. Un altre any celebrant-ho amb salut. Per molts anys més.
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