Sinopsis:
Premio Planeta 2011
Convertido en emperador de Brasil a los veintitrés años, Pedro I marcó con su huella la historia de dos continentes. Desmedido y contradictorio, las mujeres fueron su salvación y su perdición: mientras su esposa, la virtuosa Leopoldina de Austria, lo llevó a la cumbre, su amante, la ardiente Domitila de Castro, lo arrastró a la decadencia. Cuando el inmenso Brasil se le hizo pequeño y el poder dejó de interesarle, puso su vida en juego por aquello que creía justo. Y alcanzó la gloria.
Con la belleza exuberante del trópico como telón de fondo, Javier Moro narra con pasión por el detalle la prodigiosa epopeya del nacimiento del mayor país de Sudamérica.
Siento cierta prevención por los premios Planeta, no me suelen convencer. En cambio, este no me ha disgustado. El problema con las novelas históricas es que, si se conoce el periodo que trata, muy bien escrita ha de estar para que no disminuya o pierda el interés si ya se sabe el devenir de los acontecimientos. La gracia aquí reside en que servidora, tan ignorante para ciertas cosas, no tenía ni idea de que llegó a haber un emperador en Brasil.
La exuberancia de esas tierras tiene que ver con la sangre caliente de sus habitantes, pues menudo picha brava estaba hecho el tal don Pedro I: tan apasionado como enamorado, dejó hijos, reconocidos o no, a diestro y siniestro, supongo que algo propio de las monarquías de antaño. Tampoco aburren los tejemanejes políticos y los vaivenes para pasar de un absolutismo a una constitucionalidad. En resumen, que no se me hizo pesada la lectura.
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1 comentario:
A eso se arriesgan las novelas históricas, mezclan verdad y ficción y a un interesado en la historia le puede desmerecer si encuentra fallas. Pero habrá que leerla.
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