Jugar a Pokémon Go es el fenómeno
del verano. Era inevitable, pues, la proliferación de chistes y memes al
respecto, de la que os pongo aquí una mínima muestra.
Esta
fiebre no me ha afectado porque debo ser la única persona que no ha jugado a
ningún videojuego de ninguna plataforma, ni en consola ni online ni mucho menos
en móvil. Carezco del gen gamer, qué le voy a hacer.
Eso
no implica que critique a los que sí lo son. En su justa medida, todas las
aficiones pueden ser positivas. Al parecer, una de las ventajas de este juego
es que se practica en la calle, por lo que obliga a la chavalería a salir de
casa y relacionarse.
Supongo que, como toda moda, acabará pasando en cuanto otra tontería la sustituya, que parece que estemos ávidos de novedades.