Crónicas murcianas

El sábado nos desplazamos a la localidad murciana de Mazarrón, distante a unos 140 km de Agost. Ese gran invento llamado GPS nos llevó hasta la puerta del domicilio de unos amigos que conocimos el año pasado en el viaje al Valle de Arán, Leonor y Antonio, y su hijo Jesús, del que quizás hayáis leído alguna poesía en este blog. Como entonces hicimos buenas migas con ellos y dado que la distancia física que nos separa no es excesiva, nos hemos mantenido en contacto y propiciado las ocasiones de encontrarnos. En enero quedamos en Murcia, más o menos a mitad de camino para ambas partes, y esta vez hemos ido a su casa. Tras enseñarnos el piso tan bonito que tienen, nos llevaron al Puerto de Mazarrón.
De camino pasamos por lo que se conoce por el "paisaje encantado de Bolnuevo", sin duda uno de los más peculiares y atractivos de toda la Región de Murcia. En primera línea de una de las playas se pueden observar unas formaciones de un material arcilloso conocido como greda, material que está formado por sílice y aluminio, formado a su vez tras la alteración de rocas ígneas y metamórficas, y que es muy apreciado en alfarería. El aire, muchas veces acompañado de partículas de arena y agua, han modelado los curiosos perfiles de estas Gredas, dando lugar a unas formas curiosísimas.
Aunque yo prefiero la Costa Blanca, la de mi tierra, he de admitir que la Costa Cálida también tiene sus atractivos. Nos llevaron a ver paisajes preciosos mediterráneos. El día era caluroso –menos mal que la brisa de la playa suavizaba las temperaturas-, así que en lugar de la terraza del restaurante comimos en el interior. Todo estaba riquísimo, pero sobre todo disfrutamos de la buena compañía. El café lo tomamos en un sitio muy elegante frente al mar, al lado de un faro. Para despedirnos, nos regalaron tomates de la huerta murciana y, lo que más ilusión me produjo, una recopilación encuadernada de las poesías del joven Jesús. Es admirable que un joven que aún no ha cumplido los 17 años sienta esas inquietudes literarias y mantenga un sentido común poco habitual en chavales de su edad.