lunes, 12 de julio de 2010

Sufridores y exultantes


Si España anoche era una fiesta, a menor escala pasaba lo mismo en Agost. Banderas al viento, camisetas rojas, caras pintadas, cohetes, tracas, bandas de música, coches dando bocinazos, gritos de júbilo, abrazos,… Lástima que España entera no se enterará de las claves del triunfo: ni pulpo ni gol de Iniesta, sino la tele mágica de mi hermana. Anoche la llevamos a la casa de campo de los vecinos para no romper la racha de buena suerte. Menudo aspecto llevábamos todos con las caras pintadas, como podéis ver. Mientras hubo luz, estuve leyendo con tal de evitar la tensión del partido. Aquello era un sin vivir, qué gritos, qué desesperación, qué mordidas de uñas,… Como había habido varios conatos de gol cantados como tales y que en realidad no lo eran, tardé unos segundos en asimilar que el de Iniesta era de verdad, válido, y que con él se ganaba un Mundial. No soy futbolera pero anoche me alegré como si lo fuera.

En la foto de abajo mi sobrino Toni y su primo Roberto de celebración en el abarrotado Bar Palacio.

1 comentario:

Johnny dijo...

Muy merecidas las celebraciones,España está vuelta loca con el gran triunfo y no es para menos, felicitaciones por segunda o tercera o cuarta vez