Bibi Aisha, de 18 años, salvó su vida huyendo a Estados Unidos, después de ser atacada por su esposo como castigo talibán cercenandole la nariz y las orejas. Imagen merecedora del primer lugar.
Mercado quemándose después del terremoto en Puerto Príncipe, en Haití.
Mercado quemándose después del terremoto en Puerto Príncipe, en Haití.
Inundación en Pakistán, recibiendo víveres de un helicóptero.
Es muy desalentador ver que las imágenes ganadoras de este certamen de World Press sean de tragedias que muestran lo peor que tenemos los seres humanos. Reconozco que las imágenes merecen ser premiadas, pero a la vez son desgarradoras y lo dejan a uno con un mal sabor de boca. Hay muchas cosas buenas y bellas a lo largo de nuestro planeta pero en esta ocasión no las mostraron. Es como todo, ambos lados de la moneda. La imagen ganadora nos muestra que en pleno siglo 20 aun se denigra a la mujer como hace 2 mil años y no hay indicios de cambio alguno, yo soy un enamorado y admirador de las mujeres y me revuelve el estómago que no se les de el lugar que por derecho tienen a nuestro lado, no atrás, no adelante, no arriba, no abajo, sino a nuestro lado (aquí me dicen "mandilón" por traer mandil como diciendo que ellas son las que mandan y no comprenden que mi antimachismo es porque nadie manda, ambos opinamos y tomamos decisiones a la par). A veces creo que no encajo en esta sociedad mexicana, aun machista en muchos aspectos.
4 comentarios:
Impactantes, desde luego. A veces es cierto aquello de que "una imagen vale más que mil palabras", aunque no debería corroborarlo yo, que soy de letras.
Espero que haya más mexicanos como tú para que paulatinamente se vaya extinguiendo el machismo en tu país. Por desgracia, también existe en España y, lo que es peor, aumenta entre la gente joven.
El calificativo que aquí equivale a "mandilón" es bastante más insultante: "calzonazos".
La imagen que me he formado de ti a traves de tus artículos es de antimachista y buena persona, tu mujer y tus niñas estaran orgullosas de ti al igual que yo estoy de mi marido.
Gracias a las dos, adoradas.
Qué interesante; no puedo dejar de relacionar la imagen ganadora, o sea, la chica afgana mutilada, con esa otra foto de una chica afgana que también dio la vuelta al mundo: la de aquella portada de National Geographic. Es como si esas imágenes contrapuestas me dijeran que en algunos aspectos y en algunas partes del mundo no se ha avanzado, sino todo lo contrario.
En cuanto a la segunda, la de Haití, es una foto de desgarradora belleza y tremenda tristeza. Pobre, pobre Haití, siempre sumido en un pozo del que no parece poder salir. Cuando no es la Naturaleza, son los hombres: todo se confabula para mantener ese sino trágico del que no se desprende por mucho que lo intente. Y sin embargo, la gente de allí sigue viviendo, riendo, amándose. Es la gran lección que nos dan los haitianos: hasta en el infierno es posible encontrar un poco de felicidad.
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