miércoles, 20 de marzo de 2013

Haz lo que mejor sabes hacer




Me encantó este texto de Lucía Hernández, premiado en la revista XL Semanal como La carta de la semana el pasado 3 de marzo. Lorenzo Silva la eligió como ganadora “Por acertar a ser original en la especialidad más difícil de todo el género epistolar: la carta de amor”.

Espero que os guste tanto como a mí.

HAZ LO QUE MEJOR SABES HACER.

Vivimos en un mundo sin significado, donde la crisis nos entierra vivos. Cristiano Ronaldo está tiste. Los sobres ya no guardan cartas a los Reyes Magos. Ir al cine a ver una película en la que te duermes cuesta 7,60. Peter Pan vaga por las calles porque le han embargado el País de Nunca Jamás. Robin Hood está saturado de trabajo. Bogart ya no le pide canciones a Sam, porque a este lo echaron por no tener papeles. Ya no tenemos a los Beatles ni a Queen. Y esos restaurantes en los que tantas veces comimos han desaparecido. Sin embargo, cuando me parece que todo está perdido, apareces tú, como una especie de máquina del tiempo, y me llevas al pasado o al futuro. Emerges reencarnado en Freud para apoderarte de mis sueños y llevarte mis preocupaciones. No me compres bombones. Ni me escribas poemas manchados por pareados impares. Y, por favor, no me envíes flores, que se me mueren a los dos días; simplemente, ven a verme a menudo con tu traje de mago y tu chistera. Coge tu conejo y tus pañuelos y haz lo que mejor sabes hacer para hacerme desaparecer, como por arte de magia, de este mundo sin significado.

2 comentarios:

Johnny dijo...

Excelente escrito. Dice muchas cosas que en la actualidad se verían de esa manera.Y el final es cierto, no regalos, no flores, con una palabra de aliento y con la presencia es suficiente. Reza una frase "En vida hermano, en vida". Quién quiere homenajes póstumos, en vida.

márian dijo...

Cuando he acompañado en un sepelio, no suelo dar las condolencias, es más, cuando no he cumplido esto ha sido porque me he visto indirectamente animado a hacerlo porque los que estuvieran a mi lado pues la dieran, pero pienso que con la presencia es suficiente, y el pésame pienso que es meter el dedo en la llaga, aunque quizás en esas primeras horas, la mayor de las veces no se siente más dolor por mucho que alguien lo pudiera intentar.