viernes, 15 de marzo de 2013

La marca del meridiano



Sinopsis:
Ambientada en la Cataluña actual, esta absorbente novela policíaca de Lorenzo Silva, maestro indiscutible del género, se adentra más allá de los hechos y presenta un sólido retrato del ser humano ante la duda moral, el combate interior y las decisiones equivocadas.

La novela relata cómo en una sociedad envilecida por el dinero sucio y la explotación de las personas, todavía el amor puede ablandar a las fieras. Un guardia civil retirado aparece colgado de un puente, asesinado de manera humillante. A partir de ese momento, la investigación que ha de llevar a cabo su viejo amigo y discípulo, el brigada Bevilacqua, abrirá la caja de Pandora: corrupción policial, delincuentes sin escrúpulos y un hombre quijotesco que buscará en el deber y el amor imposible la redención de una vida fracturada.

Mi autor preferido de novela negra europea contemporánea es Lorenzo Silva y su serie de los guardias civiles Vila y Chamorro. Ha sido un placer reencontrarme con ellos en La marca del meridiano, último premio Planeta además.

He tardado en acabarlo, no porque sea extenso, que no lo es, sino porque me encanta saborear la prosa de este autor, tan perspicaz y reflexiva sin nunca caer en la pedantería ni en el exceso, a la par que entretenidísima. Es admirable su lúcida visión de la realidad que nos rodea, su sensibilidad, su fina ironía, su sensatez, su forma de tratar temas candentes e incluso desagradables sin crispación. A todo ello hay que sumar un correctísimo y ameno empleo de la lengua castellana, de lo que, aunque se les presuponga, carecen muchos escritores superventas. Con deciros que es de los pocos autores que no me importaría releer ya os podéis hacer una idea de cuánto me gusta.

2 comentarios:

Johnny dijo...

Es una recomendación que creo no me perderé. Has dado una opinión que invita a leerlo lo antes posible. Buscaré y buscaré, ojalá llegue pronto acá.

Conchi dijo...

Envié en un tuit a Lorenzo Silva el enlace a esta entrada del blog con la reseña de su libro ¡y me contestó!: “Gracias, Conchi, tan sucinta como estimulante”. Eso no lo hacen todos. Por si no me gustaba bastante, ya me ha robado el corazón.