Sinopsis:
Justo Gil, un joven inquieto y lleno de ambiciones,
llega como un inmigrante más a la próspera y prometedora Barcelona de los 60,
sin nada en los bolsillos y dispuesto a convertirse en un hombre de éxito. La
ciudad, en pleno viraje hacia la modernidad, parece sin duda el lugar ideal
para ello: un oasis de libertad, posibilidades y futuro en mitad del páramo del
franquismo. Basada en el libro homónimo de Ignacio Martínez de Pisón.
He visto esta serie de Movistar, dirigida por Mariano Barroso, que
en solo seis episodios cuenta la historia de un pueblerino que llega a
colaborar con la policía franquista en los últimos años de la dictadura. Otro
ejemplo de la tan española figura del pícaro que aprende a medrar a base de
pisar a otros para evitar ser pisoteado. Siempre existen más alternativas, se
puede argüir. Cierto es, pero no son tan fáciles ni dan resultados a corto
plazo. La cultura del pelotazo, ya se sabe.
El protagonista es el actor catalán Oriol Pla, que,
de ser un desconocido (para mí, al menos), ha pasado a ser el perejil de todas
las salsas. Lo acompaña la siempre eficaz Aura Garrido y secundarios de
renombre como Karra Elejalde. Más que la vida en sí del protagonista, valoro el retrato de la sociedad en transformación de los años del tardofranquismo y los primeros de la democracia.
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