Así concluyeron los festejos por el bicentenario de la independencia, en el zócalo de la ciudad de México a la medianoche entre el 15 y el 16 de septiembre. Es un derroche de lujo y gasto mientras el país está pasando por su peor momento económico y social en muchos años, pero las celebraciones hacen que el pueblo olvide por unas horas la crisis.
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2 comentarios:
Probablemente haya supuesto un gasto enorme pero se ha visto en el mundo entero, lo que repercutirá en un aumento del turismo. Hay que buscar el lado positivo siempre que se pueda.
Muchas felicidades a los mexicanos y espero que hayáis disfrutado con los festejos. Lo adecuado de los gastos empleados en ellos supongo que es harina de otro costal.
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