viernes, 3 de septiembre de 2010

Luna, en la guardería


Si Luna no estaba ya hecha lo bastante bicho, no quiero pensar cómo se pondrá ahora que ha empezado la guardería. La llevan a una de San Vicente ya que, al trabajar allí sus padres, les será cómodo dejarla y recogerla. En los dos días que ha ido, según su madre, a la que agradezco las fotos y los comentarios, no quería marcharse de lo contenta que se queda jugando con sus nuevos amiguitos.
En eso no se parece a su tía abuela. Según cuenta mi madre, yo lloraba porque no quería quedarme en la guardería. Al cabo de unos días de llanto, mi padre dijo que si yo seguía así, no me dejaba más al cargo de las monjitas. Milagrosamente, ese día no lloré y fue mi primer día de clase consintiendo de los muchos miles que me esperaban por delante.

En su clase, la clase roja, la de los mayores de la guardería de 2 a 3 añitos, acaparando los peluches. Ojo la cara desencajada del niño del lado, que no paraba de llorar y Luna tan pancha.

Aquí ya de vuelta en casa, con su uniforme, muy cansada por el día de juegos que había tenido y soñando con volver a ver a sus nuevos amiguitos al día siguiente.

1 comentario:

Johnny dijo...

Es una etapa terrible para los padres dejarlos en la guarderia pensando como la pasaran, pero si les agrada el lugar ya no hay de que preocuparse y agradecer que te traten a tus hijos bien. Luna es muy fotogenica, hay material para muchos albumes de fotos con ella, que bella es, igual que las mias.