Eternidad

Sinopsis:
Desde que un trágico accidente acabó con las vidas de sus padres y su hermana, Ever puede oír los pensamientos de todos los que están a su alrededor, ver su «aura» (el halo de luz que les rodea) y descubrir su pasado con sencillamente tocarles la piel. Además, Ever se comunica con el espíritu de su hermana, que la visita casi todas las noches en casa de su tía. Tras unos meses de convalecencia, Ever empieza el curso en una nueva escuela, donde pronto se gana la fama de «chica rara». Solo tiene dos amigos, los también excéntricos Haven y Miles. Pero todo cambia cuando un chico nuevo se incorpora a su clase: se llama Damen y es atractivo y exótico, por lo que todas las chicas, Haven incluida, quieren ganarse su interés. Ever, como siempre, se mantiene al margen, pero, para su sorpresa, cuando Damen la mira por primera vez a los ojos, le trasmite una sensación especial, indescriptible, casi mágica. Damen no tiene aura y además, cuando se acerca a ella, interrumpe el corriente de pensamientos que la atormentan.Con el paso de los días, y a pesar de negárselo a sus amigos y a sí misma, Ever no puede evitar enamorarse de él… Pero ¿quién es Damen en realidad?

La sombra de Crepúsculo es alargada y me he topado con un libro que así lo confirma titulado Eternidad, encuadrado en el género de literatura juvenil romántica. De la susodicha tómese una protagonista introvertida que en el instituto conoce a un chico –guapísimo al por mayor, faltaría más- que es muy misterioso y parece tener superpoderes. De True Blood añádase que la joven puede leer el pensamiento y alíñese con un chorrito de El sexto sentido porque en ocasione ve muertos. Y suma y sigue el refrito que encima amenaza con convertirse en trilogía, señal de que se vende bien. El hermoso mozo no puede ser vampiro pues el plagio habría sido flagrante sino otra criatura no exactamente humana que enseguida nos viene a la cabeza a los seguidores del género, aunque quizá a los jóvenes no les resulte tan familiar. Aunque pueda parecer que mi opinión no es muy positiva, lo cierto es que me lo he leído de pe a pa, quizá retrotrayéndome a mi adolescencia cuando me habría encantado la novela.