Sinopsis:
Dexter es un forense especializado en análisis de salpicaduras de sangre (reconstrucción de la escena del crimen) en el Departamento de Policía de Miami. Dexter también es un fiel marido, un divertido padrastro, un hermano confidente y un freak de la sangre para algunos. Pero además, Dexter es un psicópata que al terminar su turno en la comisaría busca a criminales cuestionables para su particular moral y se deshace de ellos: Dexter es un asesino en serie. El único que desde su infancia le conoció realmente fue su padre adoptivo, Harry Morgan, quien le dio la ética y el modus operandi con el que lleva a cabo sus crímenes, o su particular justicia: al darse cuenta de que el instinto asesino de su hijo era imposible de evitar, decidió educarlo para sacar provecho de su "personal" habilidad y aportarle un código de actuación (el código de Harry) enfocado a perseguir y eliminar a aquellos asesinos que habían conseguido eludir la acción de la Justicia.
Todavía sigo impactada por el final de la 4ª temporada de Dexter. La verdad es que no sé ni por dónde empezar a redactar este comentario, más que nada porque todavía estoy sufriendo las secuelas de su visionado, pero lo que sí puedo decir es que, en cuanto me sobrepuse del shock inicial, me dieron ganas de aplaudir. Ha sido sencillamente brillante. Michael C. Hall vuelve a estar sembrado, al igual que el resto de secundarios.
La temporada comenzó apuntando alto y no ha flojeado (salvo algún par de episodios), ofreciendo doce episodios sencillamente geniales, en plena lucha interna y externa entre el Dexter esposo y padre de familia y el Dexter asesino. Qué mérito el de los guionistas de conseguir que nos caiga simpático un psicópata y hasta casi nos identifiquemos con él.
1 comentario:
Es como un justiciero,por éso a veces hata le damos la razóm, a pesar de ser un criminal y no ser ésos los métodos a seguir para impartir la justicia.
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