sábado, 12 de marzo de 2011

Lo que me queda por vivir


Sinopsis:
Antonia tiene veintiséis años cuando se ve sola con un niño de cuatro en el cambiante Madrid de los ochenta. La suya es la historia de un viaje interior, el de una mujer que se enfrenta a la juventud y a la maternidad mientras intenta hacerse un lugar en la vida, en una ciudad y en una época de tiempo acelerado, más propicio a la confusión que a la certeza, sobre todo para alguien que ha tenido una experiencia demasiado temprana de la pérdida y de la soledad.
Lo que me queda por vivir es la crónica de un aprendizaje: cómo se logra a duras penas sobreponerse a la deslealtad; cómo el desvalimiento y la ternura de un hijo alivian la fragilidad de quien ha de hacerse fuerte para protegerlo. Lo que me queda por vivir tiene la fuerza de las novelas que retratan un tiempo al contar unas vidas singulares, hechas por igual de desamparo e inocencia. La escritura de Elvira Lindo alcanza aquí una belleza sobrecogedora, yendo derecha al nervio de las cosas, al corazón de esas verdades sobre la experiencia que sólo puede contar la ficción.


A excepción de las aventuras completas de Manolito Gafotas, no había leído ninguna otra novela de Elvira Lindo, una señora que me cae muy bien. Esta novela reconcilia con una escritura no sólo correcta sino sumamente agradable de leer. Poco tengo en común con las peripecias vitales de la protagonista, a excepción de haber pasado la juventud en los 80, pero tampoco hay que haber sido una madre joven separada para identificarse con sentimientos como la soledad, la nostalgia, la inseguridad amorosa y tantos otros que conforman el universo femenino.

1 comentario:

Johnny dijo...

Es una pena no recibir tanta bibliografía aca como alla. Pero el intento se hace y lo buscaré.