El tiempo entre costuras

Sinopsis:
Una novela de amor y espionaje en el exotismo colonial de África.
La joven modista Sira Quiroga abandona Madrid en los meses convulsos previos al alzamiento arrastrada por el amor des¬ bocado hacia un hombre a quien apenas conoce. Juntos se instalan en Tánger, una ciudad mundana, exótica y vibrante en la que todo lo impensable puede hacerse realidad. Incluso la traición y el abandono de la persona en quien ha depositado toda su confianza. El tiempo entre costuras es una aventura apasionante en la que los talleres de alta costura, el glamur de los grandes hoteles, las conspiraciones políticas y las oscuras misiones de los servicios secretos se funden con la lealtad hacia aquellos a quienes queremos y con el poder irrefrenable del amor.

Una novela femenina que tiene todos los ingredientes del género: el crecimiento personal de una mujer, una historia de amor que recuerda a Casablanca… Nos acerca a la época colonial española. Varios críticos literarios han destacado el hecho de que mientras en Francia o en Gran Bretaña existía una gran tradición de literatura colonial (Malraux, Foster, Kippling...), en España apenas se ha sacado provecho de la aventura africana. Un homenaje a los hombres y mujeres que vivieron allí. Además la autora nos aproxima a un personaje real desconocido para el gran público: Juan Luis Beigbeder, el primer ministro de Exteriores del gobierno de Franco.

Esta novela fue el mayor superventas de 2010. Que un libro sea tan vendido no siempre es sinónimo de calidad. En este caso, sí. Bajo su aparente sencillez, se trata de una novela muy trabajada y mejor escrita en la que apenas he encontrado un error. Sin ser experta en la historia de España de la primera mitad del siglo XX, la figuro bien ambientada en cuanto a situaciones, lugares y personajes pues combina los reales con los ficticios. Amor, aventuras, espionaje, intriga y costura se entrelazan en esta entretenidísima novela que se podría calificar como de “las de toda la vida”. Una delicia de lectura totalmente recomendable a todos, no sólo a mujeres.

Cuando empecé a leerla, hará algo más de una semana, no pensé que la terminaría, no porque no me gustara, sino porque me hallaba en plena astenia primaveral y no había manera de concentrarme en la lectura. Que la haya acabado es prueba de que me encuentro mucho mejor, gracias a Dios.