martes, 31 de marzo de 2009
Alemán
Hace ya tiempo que quería hablar de mis clases de alemán en la escuela de idiomas. Siempre he tenido curiosidad por esta lengua porque de pequeña mi madre compraba una revista en alemán! no sabiendo ella ni papa de esta lengua. Vosotros os asombrareis pensando que mi madre estaba loca, ja ja, no, pobre madre, es que la revista era de moda, con patrones ya hechos que ella calcaba para confeccionar nuestra ropa ya que es modista... y yo a repasar las fotos con los modelos... y veía esta lengua estraña que, mira por donde, ahora a la vejez me ha dado por estudiar.
Así es que me lancé y este año es el segundo. El alemán es difícil, para que engañarnos, con declinaciones que hay que memorizar y el dichoso género neutro y mil cosas más... pero este año me tiene encantada nuestra profesora. Se llama Aurora (es española) y es una profesora de primera, se curra las clases, nos hace trabajar en grupo para conocernos todos, somos como una família bien avenida... y hace que el alemán sea divertido... qué mérito tiene esta mujer... aprendemos mucho, nos habla en alemán y eso hace que poco a poco nos suenen las palabras... en fin... Viva Aurora!
Expediente X: creer es la clave
Varias mujeres desaparecen en una población rural de Virginia. Un sacerdote católico acusado de pederastia que tiene "visiones" mandará a la policía a un lugar concreto, donde encontrarán una serie de fosas con cuerpos humanos congelados que parece ser un experimento médico secreto y que puede tener relación con las mujeres desaparecidas...
Por último, el tema de la fe es también tratado en Expediente X: creer es la clave. Vaya por delante que no era seguidora acérrima de la serie, pero creo que seguramente cualquier capitulo era mejor que la película. Parece un episodio muy largo, no consigue ser un thriller brillante y eso que comienza de forma prometedora pero se les acaba escapando de las manos. El problema es que el suspense se queda corto sin aportar nada en especial que sea original. Cuenta con elementos que la acercan a “El silencio de los corderos” pero no la supera ni mucho menos, lo más curioso es descubrir que Mulder y Scully finalmente están juntos y viven sus vidas como cualquier pareja normal, alejados del FBI. Es cierto que resulta nostálgico y emocionante escuchar la banda sonora y ver a Mulder inmerso en un caso con el apoyo de Scully, pero la verdad es que el argumento carece de la intriga intensa y el terror que nos provocaron muchos de los capítulos. En lugar de tratarse de un thriller psicológico o de intriga como era de esperarse, es más bien un filme dramático con un toque policíaco donde los elementos paranormales quedan muy diluidos.
lunes, 30 de marzo de 2009
Cuidado con Facebook
Un tribunal neozelandés ha condenado a una mujer de 22 años por cobrar fraudulentamente ayudas del Estado como madre soltera, tras comprobarse en páginas sociales de Internet que convivía con el padre de su hijo. La mujer, identificada como Lauren Kaney, cobraba una ayuda social mensual de 480 dólares neozelandeses (273 dólares ó 205 euros) al declarar a las autoridades que era madre soltera.
Sin embargo, los investigadores del Gobierno encontraron en páginas de Bebo y Facebook que la madre de un crío de dos años mantenía aún relaciones con el padre, lo que la hacía beneficiaria de una ayuda de sólo 140 dólares neozelandeses (80 dólares ó 60 euros) mensuales.
Según declaró la joven al diario NZHerald, el fisco tras recibir una denuncia anónima miró "en mi página de Bebo. Me llevé una gran sorpresa cuando me pillaron. Nunca pensé que me investigarían de esa manera. No es justo que hagan eso, aunque tampoco es justo que yo los haya timado en primer lugar".
El caso es conocido como el "efecto capullo", la creencia por parte de la población de que lo que publican en las páginas de Internet no estará al alcance de todos. La mujer, que cobró ayudas de más por 17.500 dólares locales (9.966 dólares ó 7.498 euros) fue condenada a una pena de cuatro meses de arresto domiciliario y a 200 horas de trabajos comunitarios.
El pleno de Agost acuerda retirar a Franco el título de ´Hijo Adoptivo´
viernes, 27 de marzo de 2009
Última mañana en Barcelona
Bien alimentadas, paseamos por las famosas Ramblas disfrutando de su colorido y bullicio, de camino al Barrio Gótico. Me extrañó que en la Catedral no cobrasen entrada, quizás el único lugar de Barcelona con acceso gratuito.
Comimos de camino a casa adonde llegamos a media tarde, reventados pero con las pilas recargadas hasta la próxima que me temo que no será muy próxima puesto que salir de casa supone un desembolso considerable y en los meses siguientes me vienen demasiados pagos como para poder ahorrar.
La duda
Es 1964, colegio de San Nicolás en el Bronx. Un vibrante y carismático sacerdote, el padre Flynn está tratando de cambiar las estrictas normas del colegio, que durante años han sido fieramente salvaguardadas por la hermana Aloysius Beauvier, una directora con mano de hierro que cree firmemente en el poder de la disciplina.
Vientos de cambio político están barriendo la comunidad, y de hecho el colegio ha aceptado a su primer alumno negro, Donald Millar. Pero cuando la hermana James, una pobre inocente, le comenta a la hermana Aloysius sus sospechas de que el padre Flynn presta demasiada atención a Donald, la superiora comienza una cruzada personal para sacar a la luz la verdad y expulsar a Flynn del colegio. Sin una sola prueba aparte de su convicción moral, la hermana Aloysius comienza una batalla con el padre Flynn, que amenaza con desgarrar la comunidad con consecuencias irrevocables.
Ésta es la segunda película con temática religiosa a la que me refería. Trata de un posible caso de pederastia de un sacerdote católico en los Estados Unidos en los años 60, en los intentos de la integración racial. Se trata de una apasionante historia sobre la búsqueda de la verdad, la fuerza de los cambios, y las devastadoras consecuencias de la justicia ciega en una época marcada por la condena moral. También aquí encontramos personajes intransigentes como en Camino pero sin ser tan maniqueos.
¡Feliz cumpleaños, Juanfra!
Camino
Pamplona, junio de 2001. Camino, una preciosa y dulce niña de once años, vive sus últimos momentos en la habitación de un hospital. Rodeada de familiares, amigos, sacerdotes y un número inusitado de personal clínico, da a todos un casi sobrenatural ejemplo de muerte serena y feliz. En una atmósfera de santidad y cuando parece que la muerte es ya inevitable, ocurre algo extraordinario en la habitación.
Inspirada en hechos reales, Camino es una aventura emocional en torno a una extraordinaria niña de once años que se enfrenta al mismo tiempo a dos acontecimientos que son completamente nuevos para ella: enamorarse y morir. Camino es, sobre todo, una luz brillante capaz de atravesar todas y cada una de las tenebrosas puertas que se van cerrando ante ella y que pretenden inútilmente sumir en la oscuridad su deseo de vivir, amar y sentirse definitivamente feliz.
Las tres últimas películas que he visto están directamente relacionadas con la religión en uno u otro aspecto. Primero la tan premiada Camino que es, ante todo, un relato acerca del amor. La historia de una niña que se enamora y que, a pesar de las fatalidades a las que se enfrenta, no pierde la esperanza e inocencia propias de su edad. A lo largo de la cinta asistimos a una gran declaración de amor; amores distintos según quien sea el destinatario, pero un amor puro al fin y al cabo: el que profesa la orden del Opus Dei y la madre a Dios, el enamoramiento infantil de los niños, el de unos padres hacia su hija, el de una hermana que se encuentra perdida y confusa…
Película demoledora, que me dejó sin respiración y tocada anímicamente. No pasé un buen rato con ella porque tengo que reconocer que me deje envolver por la historia y estuve de muy mala leche casi todo el tiempo que no pasé llorando, que fue bastante.
Empecé a verla con cierto recelo, con temor a que ofendiera mis creencias católicas. No fue así en ningún momento. No se mete con la fe católica del ciudadano de a pie sino que es más bien "un alegato en contra de la manipulación religiosa, sobre todo en la niñez y adolescencia, pero sobre todo contra los fundamentalismos, que en mi opinión son reprobables, sean en religión, en política, en aficiones o en cualquier campo. Quizás algunos altos jerarcas de la iglesia piensen que mi catolicismo es de chichinabo, que adecuar los preceptos religiosos a cada uno para crear una religión a medida no es de ser buen católico. Pues lo siento, no me van a hacer cambiar de opinión, menos aún el actual papa que desbarra con esas vergonzosas declaraciones sobre lo perjudicial del preservativo para el sida. ¿No se dan cuenta que de seguir así, sin modernizarse, se van a quedar sin feligreses?
jueves, 26 de marzo de 2009
En el Camp Nou
La Sagrada Familia
El martes lo dedicamos a recorrer Barcelona, la ciudad más cara de España pero también la más accesible y adaptada para discapacitados. Nuestro hotel de 3* tenía una única pega: una cama demasiado pequeña para albergar la serranía de nuestros cuerpos; por lo demás, poseía una situación inmejorable, al lado de la plaza de Catalunya, centro neurálgico de la ciudad. Considerando que el tráfico de la urbe era demencial, aparcamos la furgoneta y tomamos el Bus Turístic: con un billete se puede subir y bajar en los principales lugares turísticos a lo largo del día. La mañana la empleamos en dar una vuelta completa para tomarle el pulso de esa maravillosa ciudad que tanto tiene para ver. Casualidad que nos encontramos en el bus a Vicent Rambla, vicepresidente del Consell de la Generalitat Valenciana. Bajamos en la parada de la Sagrada Familia, templo inacabado del genio de Gaudí, que puede gustar o no pero a nadie deja indiferente.
En el programa de Buenafuente
Ésa era la labor del animador, caldear el ambiente, “calentar” el público. El chaval, en plan comediante, nos provocó carcajadas y nos explicó que cuanto más riésemos y aplaudiésemos, mejor, además de indicarnos cómo debíamos reaccionar ante ciertos chistes de Andreu. Me llamó la atención que el decorado es mucho más pequeño de lo que parece en pantalla: las cámaras saben cómo sacarle partido. Por cierto, prohibidísimo hacer fotos al plató y a lo que allí sucediese. Al no poder subir a las gradas, a Pedro y a mí nos colocaron al lado de la orquesta, con Joan Eloi, capitaneada por Frank Mercader, que nos dieron marcha, nos hicieron cantar y dar palmas con sus rocks.
A continuación salió Andreu con el consiguiente fragor de los espectadores, acercándosenos vaciló un rato y acabó así por predisponernos a pasarlo en grande. El programa se graba en lo que se llama “falso directo”, casi de un tirón pero empezando sobre las 8 de la noche en lugar de las horas intempestivas a las que se emite. Es la mar de interesante ver cómo las cámaras se mueven alrededor de Buenafuente mientras que él aparenta no verlas. En todo momento, especialmente en el monólogo, Andreu puede leer el texto en una pantalla pero el tío tiene tantas tablas que parece que improvisa. Durante la entrevista a Blanca Portillo también tenía las preguntas escritas en el teleprompter (o como se diga) pero no hizo el menor caso: se notó que Blanca es amiga suya y sabía cómo seguirle la conversación sin necesidad de ayuda.
En representación de la alfarería de Agost, se me ocurrió llevarle un botijo. Bastante avanzado el programa, Berto y él comentaron los obsequios que habían recibido, entre ellos el botijo: nombró Agost, me nombró a mí y la cámara nos tomó un plano a Pedro y a una servidora. Conté, pues, con mis segundos de fama en la tele nacional. De poco me sirvió pues aparte de la familia nadie me vio, dado que tal momento se transmitió a eso de la una y cuarto de la madrugada. Acabado el programa, hicieron un breve descanso, amenizado por la banda, mientras Buenafuente se cambiaba de ropa, ya que iban a grabar parte del programa del jueves. Quizás martes o miércoles grabasen el resto del programa de modo que el jueves no trabajarían.
Antes de que os extrañéis, no, no hubo opción de fotografiarme con nadie: seguridad máxima, repito.
En resumen, nos lo pasamos pipa: en directo es mucho más divertido que en televisión y me encantó cumplir esta ilusión que me rondaba desde hacía tiempo. No me importaría repetir la experiencia en otra ocasión.
miércoles, 25 de marzo de 2009
Boda de Sergio y Gemma
En el banquete enviamos el régimen a hacer puñetas. Comimos de todo, pero, eso sí, con moderación. El menú fue delicioso, o así nos lo pareció después de tanto tiempo sin catar semejantes manjares: tras unos deliciosos aperitivos, de plato principal pedí cordero al horno que se deshacía en la boca, y de postre, por supuesto, la tarta nupcial.
Desde aquí, mis deseos de la mayor felicidad para los recién casados.
Getsemaní
Para acabar con el tema de Jesucristo Superstar, os pongo Getsemaní, la canción más representativa y emotiva de la obra, interpretada por Gerónimo Rauch. Si recordáis la versión de Camilo Sesto, oiréis que la letra es diferente pero sin variar de esencia.
Espero que os guste tanto como a mí.
martes, 24 de marzo de 2009
Con los artistas de Jesucristo Superstar
lunes, 23 de marzo de 2009
Jesucristo Superstar
El sábado 14 fui al Teatro Principal de Alicante a disfrutar de la representación de Jesucristo Superstar. En alguna ocasión os he hablado de mi amor por los musicales, así que no podía perderme éste, quizá el primer musical moderno de la historia, la ópera rock de Andrew Lloyd Webber que marcó un antes y un después en el género. Aunque los intérpretes me resultaban desconocidos, se trataba de un elenco joven y talentoso que dominaba el cante, el baile y la interpretación.
Lo que no me acabó de convencer fue que las letras de las canciones eran diferentes a la versión de Camilo Sesto realizó en los años 70 que era la que yo conocía. Aparte de los temas musicales, más o menos populares, lo cierto es que el argumento de la obra es archiconocido incluso para los no católicos. Aquí se moderniza en el vestuario donde se permiten ciertas licencias para acercarlo a nuestra época. Así, los apóstoles (mitad hombres, mitad mujeres) visten con vaqueros y ropa juvenil; los soldados romanos llevan monos militares de camuflaje caqui y boinas rojas; a Jesús lo asedian reporteros y cámaras de tv; a Judas le pagan con un maletín… Por el contrario, donde se mantiene el realismo es en la pasión: los latigazos producen marcas rojizas y sangre en el cuerpo de Jesús, en un efecto muy conseguido que estremece, por no hablar del final con Jesús en la cruz que se va elevando, no sé cómo puede aguantarlo Gerónimo Rauch, el actor principal, un artistazo y además guapísimo.
My blueberry nights
Una joven se embarca en un inolvidable viaje cruzando América en busca del amor verdadero. En el camino la joven se encuentra con una serie de enigmáticos personajes que le ayudan en su búsqueda.
La historia está enmarcada entre el mágico paisaje urbano de Nueva York y las espectaculares vistas de la legendaria Ruta 66.
No esperéis una historia original y profunda porque la hemos visto repetida en otras ocasiones. No obstante, es una delicia para los sentidos, una historia cuya profundidad la ponen los hermosos encuadres, los maravillosos temas musicales de jazz y las cuidadas poses de los actores, puestos ahí para componer una obra de tanta belleza como escasa trama.
Como siempre, la manía de dejar el título en inglés. Aunque, claro, una película llamada Noches de (tarta de) arándanos quizá sea poco atractiva al público mayoritario.
Cerezo en flor
My Sweet Lord
Este video es un incunable. Se trata de la interpretación que hace un grupo de amiguetes, de la canción My Sweet Lord de George Harrison. Este concierto fue en su homenaje, dos años después de su muerte.
En la guitarra acústica Eric Clapton, en la guitarra eléctrica el mismísimo hijo de George Harrison, al piano Paul McCartney, en la primera batería Ringo Star, en la segunda batería Phil Collins, en la segunda guitarra eléctrica Tom Petty, al órgano e interpretando la primera voz el increíble Billy Preston.
Entre las vocalistas del coro esta Linda Eastman esposa de Paul McCartney; también estuvieron presentes también en ese concierto: Bob Dylan, Ravi Shankar, Jethro Tull y un número de amigos y contemporáneos de los Beatles, así como todo el grupo 'The Cream' de Eric Clapton.
Todos un poco canosos, pelones, gorditos, arrugados, pero ellos encarnan lo mejor de lo mejor, lo más representativo de los 70's.
A disfrutarlo.
viernes, 20 de marzo de 2009
El cuento número trece
Entre mentiras, recuerdos e imaginación se teje la vida de la señora Winter, una famosa novelista ya muy entrada en años que pide ayuda a Margaret, una mujer joven y amante de los libros, para contar por fin la historia de su misterioso pasado.
«Cuénteme la verdad», pide Margaret, pero la verdad duele, y solo el día en que Vida Winter muera sabremos qué secretos encerraba Él cuento número trece, una historia que nadie se había atrevido a escribir.
"¿Nota un escritor fallecido que alguien está leyendo su libro? ¿Aparece un destello de luz en la oscuridad? ¿Se estremece su alma con la caricia ligera de otra mente leyendo su mente?", se pregunta en las primeras páginas Margaret Lea, joven y romántica y, por encima de todo, bibliófila heroína de El cuento número trece, cuya primera parte es un bellísimo canto a la lectura, al amor por los libros, para continuar de manera más sórdida pero igualmente impactante.
Me ha encantado.
¡Feliz primavera a tod@s!
Los abrazos rotos
Este hombre usa dos nombres, Harry Caine, lúdico seudónimo bajo el que firma sus trabajos literarios, relatos y guiones, y Mateo Blanco, su nombre de pila real, con el que vive y firma las películas que dirige. Después del accidente, Mateo Blanco se reduce a su seudónimo, Harry Caine. Si no puede dirigir películas se impone sobrevivir con la idea de que Mateo Blanco murió en Lanzarote junto a su amada Lena.
En la actualidad, Harry Caine vive gracias a los guiones que escribe y a la ayuda de su antigua y fiel directora de producción, Judit García, y de Diego, el hijo de ésta, secretario, mecanógrafo y lazarillo.
Desde que decidiera vivir y contar historias, Harry es un ciego activo y atractivo que ha desarrollado todos sus otros sentidos para disfrutar de la vida, a base de ironía y una amnesia autoinducida. Ha borrado de su biografía toda sombra de su primera identidad, Mateo Blanco.
Una noche Diego tiene un accidente y Harry se hace cargo de él (su madre, Judit, está fuera de Madrid y deciden no comunicarle nada para no alarmarla). En las primeras noches de convalecencia, Diego le pregunta por la época en que respondía al nombre de Mateo Blanco, después de un momento de estupor Harry no sabe negarse y le cuenta a Diego lo ocurrido catorce años antes con la intención de entretenerle, como un padre le cuenta un cuento a su hijo pequeño para que se duerma.
La historia de Mateo, Lena, Judit y Ernesto Martel es una historia de "amour fou", dominada por la fatalidad, los celos, el abuso de poder, la traición y el complejo de culpa. Una historia emocionante y terrible cuya imagen más expresiva es la foto de dos amantes abrazados, rota en mil pedazos.
¿ Alguien recuerda la imgen final de "La Mala Educación"?.
Os la recuerdo. La palabra "pasión" escrita en una pared.
Pasión es lo que le falta a esta película.
Tiene pocos diálogos delirantes ( eso sí, Carmen Machi soberbia, como se come las magdalenas), algo de la típica estética almodovariana, pero todas sus chicas muy encorsetadas. No ha sabido aprovechar el monstruo escénico que es la Portillo y ha hecho que Pe regrese a sus tiempos de La Quinta Marcha.
Ni siquiera esos impresionantes zapatos rojos de tacón alto me ayudan a definir esta película con un término que vaya más allá del correcto.
Pedro, entiendo que quieras experimentar cosas nuevas, pero nunca has sabiso tratarme a los chicos como a las chicas. A ellas les sacas todo su juego en su rol de protagoinistas, pero con ellos no es así, ni con tus chicos fetiche. No es que estén mal, pero no es lo mismo.
De nuevo te permito esta breve decepción porque sé que en la próxima toca que me sorprendas de nuevo.
viernes, 13 de marzo de 2009
Expo-robo Star Wars
En fin, que logré salir de allí dejándome sólo los 20 euros de las dos entradas, tras escapar de los soldados imperiales que custodiaban el complejo.
Los mejores principios de novelas
Uno de los más impactantes y seguramente uno de los más conocidos en el mundo entero es el que Ernesto Sábato escribía para El Túnel: "Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne". ¿Puede alguien no seguir leyendo tras este inicio?, y aún más: ¿puede alguien olvidar esta oración?
Los escritores, hasta los peores, saben de la importancia de sus primeras palabras; de ellas depende que sigan leyendo. Es ahí donde un autor se está jugando lo más importante: que el lector pase de página. El inicio ha de ser tan seductor como intrigante, y algunos escritores han llegado a dedicar meses enteros a un solo párrafo.
"El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo". Gabriel García Márquez es uno de los escritores que mejores principios acumula en su haber. Más conocido aún que éste, de Crónica de una muerte anunciada, es el inolvidable punto de partida de Cien años de soledad: "Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo".Sin necesidad de recurrir a muertes, asesinatos o recursos de novela negra también corona el escritor colombiano el éxito en El amor en los tiempos del cólera: "Era inevitable: el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados".
"Y al siguiente día no murió nadie". ¿Se puede empezar mejor una novela que con una oración que bien podría ser el cierre de la historia? A José Saramago y su novela Las intermitencias de la muerte debemos este principio en el que se conjuga intriga, seducción, misterio y rotundidad. Todos los aciertos en una oración simple de sólo siete palabras.
No necesitó recurrir al asesinato o la sangre Juan Rulfo para escribir uno de los grandes principios de la historia de la novela, el de Pedro Páramo: "Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera".
Uno de los comienzos más inquietantes, que además logra mantener ese nivel de angustia toda la novela, es el de la gran obra de Kafka, La Metamorfosis, y una de las más brillantes metáforas de toda la literatura: "Al despertar Gregorio Samsa una mañana, tras un sueño intranquilo, encontróse en su cama convertido en un monstruoso insecto".
Recurriendo al que será el tema de toda la obra, Nabokov iniciaba la cumbre del erotismo desde el mismo inicio en su Lolita: "Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos paladar abajo hasta apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo. Li. Ta.".
A Charles Dickens (en la imagen) debemos la tensión de un principio, el de Historia de dos ciudades, que usando la descripción de una época nos engancha como si de un crimen nos hablara. ¿Será el aire poético de su prosa?: "Era el mejor y el más detestable de los tiempos; la época del saber y de la tontería; de la fe y la incredulidad; de la luz y las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Íbamos directamente al cielo y rodábamos hacia el infierno".
Una breve frase le bastó a Clarín, en La Regenta, para demostrar que empezar es un auténtico arte: "La heroica ciudad dormía la siesta".
¡Feliz cumpleaños, Esther!
Bienvenidos al norte
Philippe Abrams es el encargado de una oficina de correos en la preciosa cuidad de Salon-de-Provence, al sur de Francia. Julie, su mujer, padece episodios depresivos que convierten la vida de Philippe en un verdadero infierno. Así que en un intento de animarla, Philippe hace trampas para que le trasladen a la Riviera francesa. Pero le cogen y le envían a una pequeña ciudad en el norte de Francia llamada Bergues.
Los Abrams son el arquetipo de la gente del sur que siente horror por el norte del país, un lugar inhóspito donde siempre hace frío y con un dialecto enrevesado e incomprensible llamado "ch´ti". Así que Philippe irá solo a su destino. Pero para su sorpresa, el lugar es absolutamente encantador y la gente con la que trabaja es cariñosa, amable y acogedora. Se hace amigo de Antoine, el cartero del pueblo y el que se ocupa del carillón de la iglesia. Tiene muy mala suerte en el amor y una madre posesiva.
Cuando Philippe regresa a Salon, Julie no se cree que le guste vivir en el norte. De hecho, está convencida de que le miente para no perderla. Para complacerla y hacerle la vida más fácil, Philippe le hace creer que lo pasa fatal en Bergues.
A partir de eso momento se sumerge más y más en una mentira piadosa. Durante dos semanas, él y Antoine se lo pasan genial en el norte, y luego, el fin de semana, su mujer, que va superando su depresión, se desvive por él. Todo va a las mil maravillas hasta que Julie decide irse con Philippe a Bergues para ayudarle a superar lo que ella cree una experiencia traumática.
Philippe se ve obligado a decir a Antoine y al resto de sus empleados que le ha contado a su mujer que son una panda de bárbaros. Les suplica que se comporten como si lo fueran para taparle y para que Julie, asustada, se marche lo antes posible. Los empleados de Philippe se prestan a regañadientes a la pantomima y le hace la vida imposible a Julie.
Pero Julie los descubre...
De vez en cuando películas como ésta me hacen recobrar la fe en la comedia. Una historia corriente con mucho ingenio se convierte en algo refrescante y divertido. Trata de la lucha entre tradición y modernidad, un alegato contra los perjuicios sobre esos pueblos lejanos, las características de sus habitantes mal considerados como paletos, y el lenguaje peculiar de la zona que a veces resulta difícil de comprender para el foráneo y que, por consiguiente, provoca situaciones cómicas. Me imagino que a los traductores, adaptadores y dobladores les habrá supuesto un esfuerzo añadido encajarlo todo.
Curioso es que en Francia, su país de origen, haya sido la película más taquillera de todos los tiempos, una historia familiar, cargada de buenos valores, en contraposición a la violencia gratuita de la factoría Besson que es lo que más se exporta del cine galo. Nos mofamos de su chovinismo, pero más de una vez tendríamos que aprender de ellos.
miércoles, 11 de marzo de 2009
Estas comedias hilarantes, surrealistas y alocadas son un trio de póker para mí. Qué antídoto para la depresión y ansiedad, qué carcajadas tan sanas me han provocado (mientras que muchas actuales me provocan bostezos).
Su hilo argumental es el mismo: chica loquilla se enamora de chico y busca su conquista... volviendole loco jaja... aunque el chico no sale tampoco bien parado: és pusilánime, sin iniciativa...
Si alguna me dice que son flojillas, me da igual, a mi me gustan a rabiar. He dicho ja ja.
Eduardo Verástegui y JLo
No sé si os acordaréis que hace unos meses os hablé de Eduardo Verástegui, un mexicano cañón al que, tras hacer el pendón a destajo, le llegó una revelación divina, se le quebró la existencia desaforada que llevaba hasta entonces, se dio cuenta de sus errores y se propuso hacer algo de provecho con su vida. Y en el plano más íntimo, se declara en abstinencia sexual hasta que encuentre a la mujer de su vida, a la futura madre de sus hijos. Confiesa que lleva unos años así, sin sexo, y que lo lleva tan ricamente. Qué desperdicio de cuerpo.
Ese mismo cuerpo que podéis ver aquí acompañando a Jennifer López, claro está antes de su conversión. Ya que de ahora en adelante sólo enseñará las orejas como mucho, os dejo el vídeo testimonial de lo que se está perdiendo el mundo. Tened un poco de paciencia, que Eduardo no sale hasta pasado más de un minuto.
martes, 10 de marzo de 2009
Twilight
El lado "gore" de los cuentos
Matar, despedazar o comerse a niños suele ser algo habitual (Pulgarcito), engordarlos para hacerlos más apetitosos (Hansel y Gretel), que sus padres les abandonen (Pulgarcito y Hansel y Gretel), que les vendan a cambio de comida o de otros favores (Ranpunzel, Rumpelstiltskin), o les mutilen (La niña sin manos -de los hermanos Grimm- relata como un molinero amputa las manos a su hija para salir de la pobreza).
En realidad, según explica el escritor Jesús Callejo en su libro Los dueños de los sueños, muchos de los cuentos hoy considerados como "clásicos" -la mayoría de tradición oral y origen popular- nunca tuvieron la pretensión de ser infantiles.
El francés Perrault fue uno de los primeros en recoger por escrito las narraciones populares, publicando en 1697 Historias y relatos de antaño. Perrault eliminó los detalles más escabrosos, no porque su obra fuera destinada a los niños, sino porque sería leída en la refinada corte francesa. Y remató cada historia con una moraleja que, en el caso de Caperucita, alerta contra la pederastia: a "las doncellas, en especial las señoritas bien hechas, amables y bonitas" de lo peligroso que resulta hablar con "lobos complacientes" que "las siguen hasta las casas y callejuelas".
Los hermanos Grimm, en su recopilación Cuentos para la infancia y el hogar (1812 y 1815) adornaron y endulzaron las narraciones, incluso tuvieron que cambiar varios detalles de los originales para satisfacer las exigencias del público burgués. De edición en edición, la censura era cada vez más rígida, debido a la extrema dureza de las historias. Sin embargo, el trasfondo más tenebroso de éstos aún permanece en muchos títulos conocidos.
Hay quien postula que la inclusión de estos ejemplos sádicos y aterradores en los cuentos permite al niño enfrentarse a miedos y tensiones en la vida real. Según el psicoanalista Bruno Bettelheim: "Muchos padres están convencidos de que los niños (...) deberían conocer únicamente el lado bueno de las cosas. Pero la vida real no siempre es agradable".
lunes, 9 de marzo de 2009
viernes, 6 de marzo de 2009
Cantizano cogió su fusil
Supongo que este alboroto se debe a que es la nueva portada de la revista Shangay en la cual luce lleno de tatuajes –de pega-, cicatrices y un arma sobre el hombro. Cantizano ofrece una imagen completamente opuesta a la que estamos acostumbrados a verle. Siempre tan impoluto, tan perfectamente combinado, tan conciliador… Me cuesta creerlo de un hombre al que no le gusta aparecer en un medio que no sea el de su plató televisivo en DEC, siempre celoso de su intimidad.
Sanguinolento, con camiseta de tirantes o tirado en el suelo con el aspecto de haber librado una batalla urbana, Cantizano demuestra dotes para encarnar a cualquier malo maloso. Creo que Mariñas (entre otr@s much@s) ha encontrado material del bueno para sus fantasías más salvajes.
Mad Men
Tiene el aspecto de de aquellas películas de Doris Day y Rock Hudson pero, lógicamente, poco más guarda en común con ellas, aparte de que los personajes masculinos se dedican a vivir la vida y son mucho más claros los prejuicios y discriminaciones de una sociedad aparentemente feliz. Si no se me pasa, seguiré grabándola. Y que conste que, por una vez, no veré una serie por lo macizo de sus protagonistas, aunque no están mal.