Estoy acabando de ver la primera y única temporada de Three Rivers, Protagonizada por Alex O´Loughlin (el vampiro bueno -en todos los sentidos- de Moonlight, mi principal aliciente para ponerme a verla) en el papel del Doctor Andy Yablonski, una especie de eminencia en el mundo de los trasplantes, la serie es un drama hospitalario pero llevado en esta ocasión a una rama concreta como es la de los trasplantes de órganos.
La serie presenta la visión de cada caso desde tres perspectivas diferentes: la del paciente que necesita el órgano, la del donante y su familia tras el fallecimiento, y la de los médicos encargados de todo el operativo. Sólo por el hecho de ayudar a concienciar sobre la importancia del tema de la donación de órganos, muy deficitario en Estados Unidos y con ello ayudar a salvar vidas, ya valdría la pena. Lo afirmo como amiga de un trasplantado de ambos pulmones que no estaría entre nosotros si no hubiese sido por esa intervención quirúrgica.
Con todos esos ingredientes interesantes a priori, ¿por qué no convenció a la audiencia? Se me ocurren tres razones. Que la muerte aparece de manera realista y quizás no nos gusta que nos recuerden que para que haya un trasplante, por desgracia ha de fallecer alguien; que el mercado televisivo estuviese saturado de series de médicos; y que se prescinde casi por completo del factor culebrón pues no hay líos amorosos ni sexuales entre el personal del hospital, que son asquerosamente profesionales y sólo se dedican a curar a sus pacientes. Una lástima pues, repito, la serie podría haber removido conciencias y haber causado mucho bien.
5 comentarios:
Conchi yo hace dias que la termine de ver, me lo dijiste un dia que pasabas por mi casa y ese mismo noche me cargue tres o cuatro capitulos seguidos, la verdad es que la serie me ha encantado.
Un saludo
SANTI
Ese tipo de series es el que deberían emitir y no como dice Conchi esas series de rollitos entre los compañeros de trabajo, esto remueve conciencias, la suerte que tenemos los españoles es que somos el primer país en donaciones, y ahora Europa va a coger como ejemplo el sistema español en asunto de de donación y distribución de órganos, en ese aspecto no hay nadie que nos tosa, la serie se acerca bastante a la realidad aunque aquí como bien cuenta Conchi desde todas las partes implicadas, aunque allí parece que se permite que se conozcan los familiares del donante y el receptor cosa que en España es totalmente anónimo, a mi me parecería bien que aquí fuera como en EE UU.
Por cierto el amigo trasplantado de los dos pulmones al que hace referencia Conchi en su comentario sobre la serie, soy yo.
OTRO SALUDO
SANTI
Era una excelente manera de promover la donación de órganos, pero así sucede en la TV, si no hay sexo y conflictos personales no se alimenta el morbo y fracasa generalmente.
Una cosa buena que tenemos en España es esta: que la gente comprende que los órganos ya no le hacen falta a su ser querido cuando ya no está; y que transplantadolos algo de ese ser vive en la persona que vive por este transplante.
Yo creo que en esta serie no hubiera sido incompatible el promover la donación de órganos y a la vez alguna historia amorosa; el amor también da vida.
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