Venganza en Sevilla

Sinopsis:
Sevilla, 1607. Catalina Solís -la intrépida protagonista que conocíamos en Tierra Firme, la primera entrega de la trilogía de Martín Ojo de Plata- llevará a cabo su gran venganza en una de las ciudades más ricas e importantes del mundo, la Sevilla del siglo XVII. Cumplirá así el juramento hecho a su padre adoptivo de acabar con los Curvo, gracias a una espectacular venganza múltiple basada en el engaño, la seducción, la fuerza, la sorpresa, el duelo, la medicina y el juego. La acompañan en esta arriesgada aventura amigos de Tierra Firme y unos pícaros supervivientes, dispuestos a dar su vida por un personaje tan legendario.
Matilde Asensi ha escrito la gran novela de Sevilla, con una amplia y rigurosa documentación.
Una novela de acción trepidante que mantiene en vilo la atención del lector con descubrimientos y sorpresas en cada página.

Esta novela es la segunda parte de una trilogía. La primera la leí a finales de 2007 cuando me la regaló José Ángel por mi santo. Esta segunda le he tomado prestada de la biblioteca. Pronto se ha evidenciado, y con más claridad que nunca, algo que habré comentado más de una ocasión: mi memoria de pez en cuanto a libros, pelis, etc. Si hasta hace poco la consideraba una curiosidad, ahora ya me empieza a preocupar. ¿Cómo es posible que no me acordase de prácticamente nada de su predecesora, ni siquiera cuando la autora recordaba ciertos acontecimientos para refrescar la memoria al lector? En mi descargo, diré que la novela previa no me dejó ninguna huella. Entretenida y ligera, pero poco más, justo igual que ésta.

Es una pena que la calidad de los libros de Matilde Asensi –creo que los he leído todos- vaya declinando con el paso del tiempo. Su escritura sigue siendo igual de concienzuda y rigurosa (a veces peca de exceso de documentación: ¿tan importante es saber la equivalencia entre maravedíes y otras monedas del Siglo de Oro, por ejemplo?), pero parece que haya perdido el toque para los argumentos y el desarrollo de la acción. En la que me ocupa, prácticamente no pasa nada en más de sus dos tercios; el final, pues, se precipita, y queda abierto para la continuación. Tampoco acabo de entender el comportamiento de la protagonista a la hora de llevar a cabo su venganza pues podría haber sido más sutil urdiéndola y no ejecutándola por su propia mano de manera tan basta. Un poco decepcionante, la verdad.