La tabla de Ahkmenrah, la que hace que las estatuas de los museos cobren vida, está perdiendo su magia. En un intento desesperado para proteger el valioso tesoro, Larry Daley viajará junto a sus amigos Theodore Roosevelt -Robin Williams en su última película-, el faraón Ahkmenrah, Atila, Jebediah Smith, Augustus Octavius y Sacagawea desde Nueva York hasta Londres. Allí intentarán contactar con alguien del Museo de Londres que les ayude a restaurar la magia y conocerán a Sir Lancelot y otros personajes del antiguo Egipto.
Me recomienda Pedro que vea Noche en el museo: el secreto del faraón. No es algo que me apetezca mucho a priori, la verdad. “Es que sale Hugh Jackman”, añade. Ah, caramba, eso cambia las cosas. Es una pequeña participación donde se interpreta a sí mismo como actor del musical Camelot con un tono autoparódico. Qué grande es el tío. Lástima que al ser doblada no se le oye cantar. Aun así, es lo mejor de la peli, junto al muy británico Dan Stevens (de Downton Abbey) encarnando a Lancelot. También hay que destacar la emoción de ver a Robin Williams y más aún oír sus últimas palabras en el film: “Sonríe, hijo: amanece”.
2 comentarios:
Ví la primera y tenía su gracia, la segunda pierde un poco, ésta tercera no ha sido ningún éxito que digamos de taquilla, aquí por lo menos. Cuando no tenga otra que ver la sacaré del cajero. Y si quiere Conchi, pues...
Hugh y Robin creo que la salvan pero muy poco. No es buena, prefiero la primera (la segunda tampoco me llenó). La fuimos a ver en una sala 4XD o algo así, con efectos de aire, agua y asientos móviles, pero ni así se salva.
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