viernes, 7 de mayo de 2010

La mujer del mediodía


Sinopsis:
Acabada la segunda guerra mundial, cuando por fin cabe pensar en un futuro mejor, Helene abandona a su hijo de siete años en el andén de una estación de tren. Para entender las circunstancias que han podido llevarla a cometer algo así, es necesario retrotraerse a la infancia de Helene, cuando vivía con su hermana Martha y sus padres en Bautzen; al penoso retorno del padre de la primera guerra mundial; a la locura que va adueñándose de su madre, que es judía; a la liberación que sienten cuando, fallecido el padre, las dos hermanas se trasladan a casa de su adinerada tía Fanny, que vive en Berlín, y a cómo ésta las introduce en la bohemia de los dorados años veinte. Pero en Berlín la vida no resulta fácil, y mientras Martha se ve inmersa en una espiral de excesos de la que no puede salir, Helene vive una dramática historia de amor, con la creciente amenaza nacionalsocialista de fondo.

Yo no he llegado todavía a entender qué es lo que movió a la ciudadanía alemana que encumbra al nazismo. Sí, ya sé que las consecuencias de la primera guerra, los problemas económicos, el auge del nacionalismo…, todos son elementos que contribuyen a añadir claridad a lo que ocurrió, pero aún así resulta para mí, aún incomprensible.

Aquí no hay cabida para el humor. Las desgracias de los personajes son reales, parte causadas por el período histórico de entreguerras, parte provocadas por sus propias elecciones equivocadas. Ni siquiera la locura de la protagonista, heredada de su madre, logra causar empatía. El estilo literario de la autora está marcado por una prosa intensa, de párrafos extremadamente largos, en los cuales los diálogos se insertan dentro del propio cuerpo narrativo de la historia, haciendo su escritura por momentos pesada, difícil de digerir. No renuncié, sin embargo, a la lectura porque parte de la trama engancha, no podía dejar de saber por qué la protagonista abandona a su pequeño hijo y qué fue de la vida de éste. De todas formas, no creo que se mereciese el prestigioso galardón que se llevó en su tierra alemana. Demasiado sobrevalorada.

1 comentario:

Jesús dijo...

Me pasa lo mismo que a tí, hay algo que se me escapa por completo cuando intento buscar un porqué al surgimiento del nazismo y los excesos producidos por éste.

Anoche volví a ver "Cabaret" por ... ya no no me acuerdo de las veces ... y cada vez me gusta más !!!!!!