Sinopsis:
Elliott es un prestigioso médico de San Francisco. A sus sesenta años, se siente feliz con su vida profesional y sobre todo gracias al amor que siente por su hija Angie. Sin embargo, vive atormentado por el recuerdo de su novia de juventud, trágicamente fallecida treinta años atrás.
Un día, mientras espera un avión en Camboya para volver a casa, un anciano le ruega que opere a su nieto. Elliott acepta y, a cambio, el hombre le ofrece un regalo extraordinario: unas pastillas que permiten volver atrás en el tiempo. Elliott ve entonces la posibilidad de recuperar a su amor de juventud y de cambiar el curso de su vida y la de sus seres más amados. Sin embargo, ¿podemos cambiar nuestro destino a nuestro antojo? ¿Cómo podemos calibrar las consecuencias que tendrán nuestros actos a largo término?
Éste es uno de los dos libros que me he zampado este fin de semana casero. Me llamó la atención porque leí que su autor, el francés Guillaume Musso, está teniendo mucho libro con su libro último. Como estaba prestado en la biblioteca, empecé con éste. Se trata de una historia la mar de romántica que se lee de un tirón. Para ello hay que suspender cualquier análisis de verosimilitud –al fin y al cabo, trata sobre viajes en el tiempo- y dejarse llevar por las peripecias del personaje, yendo y viniendo desde sus 30 a sus 60 años, intentando cambiar el destino de su amada pero sin que ello afecte al de su futura hija, por lo que más de un sacrificio quedará por el camino. Sin más pretensiones que las de entretener, ha sido de mi agrado.
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