lunes, 1 de noviembre de 2010
La Novia Cadáver, en Halloween
La celebración de Halloween arrasa entre niños y adolescentes en Agost. Aunque se anunciaba mal tiempo en toda España, aquí poco molestaron la lluvia y el viento, al menos no lo suficiente como para impedir que un ejército de brujitas, demonios, fantasmas, vampiros y similares pasease ayer por la tarde por el centro de Agost, la mayoría acompañados de sus papás. Esther y yo estuvimos viéndolos desde la ventana de la cafetería Avenida. Mi amiga se lamentaba de que en nuestra infancia no existiese la fiesta pues le habría encantado disfrazarse e ir pidiendo golosinas.
Al regresar a casa, me encontré con Cristina, la hija de 16 años de mis vecinos Tere y Domingo. Disfrazada de novia cadáver, se dirigía a una fiesta con sus amigos. Seguro que se la pasó de miedo, nunca mejor dicho.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Aquí la costumbre de Halloween siempre ha estado. De niños mis papás nos llevaban a Brownsville a pedir dulces, después aquí. A Vvi la llevamos pequeñita, pero ya no y Lucianna ya no le tocó, por la inseguridad del momento.
A mí me parece de muy mal gusto los disfraces de Halloween. Y lo único que me gustaba de pequeña y que tiene un poco de relación con la calabaza pero es mas bonito es que se vaciaba una sandía, le ponían agujeritos y una vela encendida dentro.
Buscamos cualquier excusa para hacer fiestas, aunque yo no participo de momento en ninguna de estas.
Pues yo cogí un vestido rojo de lana de mi madre, me puse la peluca de "La Terremoto de Alcorcón" y un sombrero picudo con harapos... y a recorrer las calles con mis sobrinas pidiendo dulces. Por desgracia no puedo colgar fotos, ya que las únicas que se tomaron fueron con el móvil de mi hermana, el cual por lo visto no tiene cable para descargar en el ordenador.
Lástima, porque, según mis sobrinas, en una de ellas daba miedo de verdad.
Publicar un comentario