Seguimos encontrando cosas fabulosas entre las pertenencias de mi padre, cosas que ni mi madre sabía que tenía como un libro que le había regalado su mejor amigo, si lo concíamos pero creo haberlo visto alguna vez de niño, pero hoy descubros que era del padre de su amigo y ya para 1946 (cuando se lo obsequió en el bachillerato) era antiguo, porque resulta que el "Memorandum de Bacteriología" de Pable Lefert fue editado en Barcelona en 1910. Así que está cumpliendo 100 años como la Revolución Mexicana, toda una antiguedad.
3 comentarios:
Nosotros también guardamos como oro en paño los "tesoros" de mi padre, entre ellos libros antiguos. Creo que nuestros antecesores sabían valorar más la cultura que las generaciones de ahora, quizás porque entonces no estaba al alcance de cualquiera.
Nos toca a nosotros conservarlos y pasarlos a las nuevas generaciones para que le tomen el interés
Pues espero que tengamos suerte, porque si nos pasa como a los americanos, lo tenemos claro. Resulta que según un estudio que se hace cada diez años a los chavales que van a la Universidad (a la Universidad, ojo) los chicos norteamericanos de ahora no saben que existió Yugoslavia, ni, por supuesto, la URRS, ni saben quién fue la Madre Teresa, ni que existió Checoslovaquia, o una cosa llamada máquina de escribir.
Si perdermos la referencia del pasado nos vamos a perder en el ciberespacio.
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