Además de El Capricho de Gaudí, en Comillas visitamos la Universidad Pontificia, situada en lo que se suele llamar “un marco incomparable”, y esta vez con razón. Tomamos una visita guiada de lo más interesante donde más o menos nos contaron lo que figura a continuación, copiado de www.comillas.es. No tengo fotos del interior porque no estaba permitido usar flash.
Tras la construcción del conjunto Sobrellano, solo le restaba al marqués promover una gran “obra pía”, que al vez de perpetuar su nombre le ayudase a “ganarse el cielo”. Es por ello que estudia la posibilidad de levantar un gran centro docente de segunda enseñanza, finalmente se destino a Seminario de pobres (posterior Universidad Pontificia) dirigido por los jesuitas, cuyo modelo docente triunfaba desde el siglo XVII.
La planta del edificio copió la estructura habitual de los edificios de la compañía (il modo nostro”), básicamente se trata de reunir los diferentes apartados del colegio en torno a dos patios porticados.
Se usa una planta rectangular, con la iglesia encuadrada por los dos patios. Se levantan iglesias espaciosas, de fácil acceso desde el interior y exterior, eliminado los coros profundos.
La construcción fue dirigida desde 1883 por Joan Martorell, quien utilizo un eclecticismo gótico-mudéjar muy ornamental, añadiéndose a partir de 1889, la decoración mas modernista dirigida por Luis Doménech y Montaner en el paraninfo, iglesia pública, vestíbulo, escalera, puerta de bronce, mosaicos y artesonados, rompiendo la severidad del edifico original.