Sinopsis:
Graeme Willy (Simon Pegg) y Clive Gollings (Nick Frost) son dos
buenos amigos que llevan mucho tiempo ahorrando para realizar el viaje de sus
sueños: un peregrinaje al corazón de la zona de ovnis en Estados Unidos para
visitar cada uno de los legendarios lugares donde ha habido avistamientos de
platillos volantes.
Sin embargo, el encuentro con Paul, un alienígena recién fugado de
una base militar secreta, cambiará sus planes y las vacaciones soñadas se
convertirán en una aventura en la que serán perseguidos por agentes federales y
por un fanático religioso, padre de una joven, Ruth Buggs (Kristen Wiig), a la
que no les ha quedado más remedio que secuestrar.
Me he pasado un buen rato viendo esta peli gracias al regalo de Juanfra. Me
llamaba la atención porque las dos pelis previas del dúo Pegg y Frost me
supusieron una grata sorpresa, una divertida revisitación al género de terror
con Zombies party, y al policiaco con Arma fatal. En esta ocasión, se
dedican a los extraterrestres, aunque quizá sin tanta mala baba como en sus
creaciones anteriores, totalmente británicas, mientras esta es una producción
estadounidense.
La película
es un homenaje cómico -a la vez que entrañable- a la ciencia-ficción de los 70
y 80, y con algún acercamiento también (sobre todo en el
prólogo inicial) a la de los años cincuenta. Los aficionados al género nos
identificamos, en mayor o menor medida, según nuestro grado de frikismo, con
los dos personajes principales y sus continuas referencias cinéfilas, las cuales van desde Spielberg
-como no podría ser de otro modo tratándose de alienígenas- hasta el Depredador de
McTiernan o el Desafío Total’ de Verhoeven. Son tantas las referencias y los
guiños a veces más sutiles, a veces más directos, que haría falta un segundo
visionado para captarlas todos.
La suma de toda esa cinefilia
que desprende la trama, más un alienígena gamberro (discutido el doblaje de
Santi Millán, a mí no me pareció tan mal), unos protagonistas muy frikis y
entrañables, unas cuantas puyas hacia a la religión fundamentalista cristiana y
hacia el tema de las armas, una más que discutible costumbre arraigada en la
sociedad americana, y un final que incluso resulta emotivo (sin caer en lo
ñoño), hacen de Paul una
road-movie de ciencia-ficción simpática y amena.
2 comentarios:
La vi rentada del club de vídeo hace como un mes. A mis hijas les encantó y a mi me llenó, cumple muy bien con su cometido y tal cual bien lo mencionas, es un homenaje o sátira a muchos géneros de ciencia ficción. Me gustó.
A mí también me gustó mucho y la vi gracias a que la alquilé para grabarla a vosotros.
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