jueves, 25 de abril de 2013

Necesito hierro



He ido al centro de salud a que mi doctora me informase de los resultados de mi analítica. Dado que la última databa de hacía casi tres años y que mi alimentación ni mis hábitos de vida no son en absoluto ejemplares, me temía lo peor. ¿Y si me salía colesterol o azúcar y tenía que renunciar a mis pastas, tartas, dulces, chocolate y demás placeres gustativos? Además, habiendo sido diabéticos mi padre y mi abuela, tengo la genética en contra. El corazón en un ay, ya os digo. Pues no: gracias a Dios, mis niveles de colesterol y de glucemia están estupendos, al igual que mi riñón, que funciona de primera.

Pero –siempre hay un pero y este es bastante gordo- tengo una anemia importante. No me libro de ella. En todas las numerosas veces que me la han detectado el médico de turno me ha dado tratamiento de pastillas de sulfato ferroso para tres meses, pasados los cuales me ha mandado otra analítica a ver si mis niveles de hierro se han normalizado. Esta vez parece más seria la cosa y me ha recetado dos pastillas diarias durante medio año y en mes y medio un análisis a ver si mi cuerpo absorbe bien la medicación.

Y digo yo: si se trata de aumentar el hierro, ¿no sería preferible un tratamiento de Iron Man? Justo este fin de semana estrenan la tercera parte. ¿Vosotros creéis que con este hombre de hierro no me curaría durante seis meses, dos veces al día? Yo diría que sí. Al menos, mal no me sentaría, estoy segura.



1 comentario:

Mari Pau dijo...

Bé, mentres siga això només el que necessites, ja va bé.