Sinopsis:
Espinosa nos introduce en una narración de aventuras y emociones sobre un grupo de jóvenes que se enfrentan a un gran reto: rebelarse contra un mundo que trata de ordenar su caos. A través de cinco personajes, una isla y una búsqueda incesante por vivir, Espinosa vuelve a introducirnos en su particular universo con una historia que se desarrolla en un mundo onírico y fantástico, con un arranque contundente y un desenlace esperanzador y lleno de luz.
Tras El mundo amarillo y Pulseras rojas, se cierra una trilogía de colores que hablan de vida, de lucha y de muerte. Para bien o para mal, el autor ha creado un mundo y un estilo propios que lo caracterizan. Su experiencia como paciente de cáncer siendo niño transpira en sus creaciones dando pie a momentos realmente emotivos, expresados en frases que calan. No obstante, a veces peca de cansino cuando bordea peligrosamente el tono de libros de autoayuda, a los que tengo tanta manía. Espinosa es un excelente vendedor de su trabajo pues oír sus entrevistas es una delicia. Que me suene su propia voz en boca de sus personajes me temo que no es un acierto. En mi opinión, esta no es su mejor novela.
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