Sinopsis:
Drama criminal en torno al asesinato en 1995 de Maurizio Gucci, nieto del fundador del imperio de la moda Gucci, que apareció asesinado por orden de su exmujer Patrizia Reggiani, conocida como la "viuda negra de Italia".
Aunque supongo que el suceso que recrea aparecería hasta la saciedad en los medios de comunicación, confieso que no lo recordaba. Es una historia de autodestrucción familiar al estilo de los Borgia o los Medici, según Ridley Scott, él director. He disfrutado de la ambientación de los ambientes de lujo de los años 70 y 80, un poco al estilo de Dinastía.
Sin tener mucha fe a Adam Driver, lo cierto es que está estupendo, casi a la altura de Lady Gaga, espléndida en plan maggiorata, por no hablar de la transformación de Jared Leto, al que no habría reconocido de no ser por los ojos. Al Pacino me pareció un poco sobreactuado, como suele ser habitual en él. La historia, de más de dos horas y media, no se me hizo pesada, aunque advertí unas cuantas incongruencias: asistimos al 70 cumpleaños del personaje de Pacino y años después se dice que tiene la misma edad; el heredero de los Gucci va cambiando de vestuario adaptándose a las modas del paso de las décadas, pero lleva las mismas gafas de principio a fin. Como curiosidad, en la fiesta donde se conoce la pareja protagonista suena Anna, de Miguel Bosé.
1 comentario:
Habrá que verla
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