Sinopsis:
El hombre conocido únicamente como B. es mitad mortal y mitad dios, maldito y obligado a llevar una vida de violencia... incluso a costa de su cordura. Pero después de vagar por el mundo durante siglos, puede que B. haya encontrado por fin un refugio: trabajando para el gobierno de Estados Unidos, librando las batallas demasiado violentas y peligrosas para cualquier otra persona. A cambio, a B. le darán lo único que desea: la verdad sobre su interminable existencia teñida de sangre... y la clave para acabar con ella.
Este libro me lo trajeron los Reyes Magos en casa de mi hermana.
Sin ser gran lectora de cómics, poco a poco les voy cogiendo más el gusto, como habréis visto en el blog. Aun así, es un porcentaje bajo de los libros que leo, que, por cierto, en el año pasado contabilicé 74. ¡Cómo se nota que estoy jubilada!
Volviendo al libro sin vocales en el título, tenía curiosidad por ver qué había pergeñado mi querido Keanu Reeves. El personaje remite a sus rasgos faciales mientras que el comportamiento es más propio de John Wick: violencia y tanta sangre a mansalva que el dibujante habrá tenido que hacer acopio de tinta roja.
La historia es, además, interesante. Lástima que este es el primero de cuatro tomos. Pediré el segundo a los próximos Reyes. O antes.
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