domingo, 2 de agosto de 2009

Rachel se va de viaje


Sinopsis:
Rachel es una entusiasta consumidora de drogas «recreativas». Según ella, no por adicción sino por pasatiempo. Al fin y al cabo, hoy día, ¿quién no toma de vez en cuando un ácido, una raya o unas pocas pastillas? ¿Qué mejor para olvidar las tensiones del trabajo y disfrutar un rato de la vida? Pero, en una de ésas, se le va la mano, y tras una noche de excesos se atiborra de tranquilizantes para dormir a pierna suelta y empezar fresca una nueva jornada laboral. Para su sorpresa, a la mañana siguiente no despierta en su habitación sino en la cama de un hospital, después de un lavado de estómago y a punto para ingresar una temporada en una peculiar clínica de rehabilitación.


No hace mucho os comenté que me encantaban las novelas de Marian Keyes. También he leído de ella Rachel se va de viaje pero no me ha entusiasmado tanto, quizá por ser anterior, por tocar un tema más serio, el de la drogadicción, que da menos juego, o por contener menos humor. Ambos se engloban dentro de los libros que Marian Keyes dedica a las vidas de las Hermanas Walsh. Según parece, la familia Walsh, puramente irlandesa, se compone de cinco hermanas. En diferentes libros, Keyes nos sumerge en las historias de cada una, sin dejar de lado a sus pintorescos progenitores, a las parejas de las hermanas y a una pléyade de personajes secundarios con unas subtramas la mar de divertidas. Muy recomendables para el verano y si estáis bajas de ánimo, más, aunque advierto que no son novelas breves sino que todas superan las 400 páginas.

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