martes, 4 de agosto de 2009

Harry Potter y el misterio del príncipe


Sinopsis:

En Harry Potter y el misterio del príncipe, Voldemort estrecha su dominio sobre el mundo mágico y el de los muggle y Hogwarts ya no es el refugio seguro que era antes. Harry sospecha que los peligros pueden estar dentro del castillo, pero Dumbledore está más atento a prepararle para la batalla final que sabe que se avecina. Trabajan juntos para encontrar la llave que libera las defensas de Voldemort y, para este fin, Dumbledore cuenta con su viejo amigo y colega, el sibarita, confiado e influyente profesor Horace Slughorn, del que Dumbledore cree que posee información crucial.

Mientras tanto, los estudiantes sufren el ataque de un adversario muy diferente cuando las hormonas adolescentes atraviesan las murallas con furia. Harry se siente cada vez más atraído por Ginny, al igual que Dean Thomas. Y Lavender Brown ha pensado que Ron es el chico ideal para ella, pero no ha contado con los bombones de Romilda Vane. Finalmente, Hermione arde de celos, pero está decidida a no mostrar sus sentimientos. Y mientras el amor florece, un estudiante permanece apartado. Está dispuesto a dejar su sello, uno muy oscuro. El amor flota en el aire, pero la tragedia le ha tomado ventaja y tal vez Hogwarts no vuelva a ser lo mismo nunca más.

Esto de las sagas levanta pasiones. Pocas cosas imbuyen más a un espectador que seguir las andanzas de unos personajes que, más que eso, después de miles de páginas y horas de metraje, son ya los mejores amigos capaces de despertar en sus seguidores las más profundas emociones. Por ello resulta difícil ser objetivos. Para los que no comulgan con esa ilusión desbordada, todo esto carece de sentido. Se les nota perdidos y desapasionados frente a la pantalla, mirando el reloj, ahogando un bostezo, lo que a mí me pasaba con El señor de los anillos. Por eso una saga, como es el caso de Harry Potter, es una religión sólo apta para sus fieles. Yo me declaro fan de la saga de Harry Potter. No obstante, comprendo y respeto al que no lo es.
La película, sin pasar a los anales cinematográficos, me agradó, gracias sobre todo a mi memoria de pez: probablemente si hubiese tenido fresco el libro me habría decepcionado pues seguro que faltan muchas cosas. Así que no me perderé las dos pelis que restan para concluir las aventuras mágicas del mundo creado por J. K. Rowling.

2 comentarios:

Mari Pau dijo...

Yo soy de El señor de los Anillos y la trilogía me encanta, me leí los libros en un suspiro y las películas me parecen muy bien logradas, no me han decepcionado, me gustan mucho, han reflejado el espíritu de la novela.

ana dijo...

Yo no la he visto y tengo poco interés en hacerlo.