La situación actual en España

La siguiente redacción es un trabajo escolar de mi joven amigo cartagenero Jesús. Por cierto, obtuvo buena nota.
Ésta es la visión de España de un muchacho de 16 años:

Es cierto que la situación actual en España no es muy favorable para muchas personas. Los propietarios o empresarios de tiendas importantes, grandes almacenes o fábricas tienen la situación bastante difícil, debido a lo ya conocido desde hace tiempo como la famosa crisis, una palabra y una situación cada vez más dicha y vivida por más personas. Esto es debido a que las personas de a pie no compran sus productos como antes; por ello, la solución más rentable es despedir a sus trabajadores para ahorrar gastos, o cerrar y vender los negocios. Son dos decisiones difíciles a las que los empresarios, colaboradores o propietarios deben enfrentarse un día sí y al siguiente día también. Cerrar y vender el negocio es difícil ya que echarás por la borda varios años de sacrificio y de trabajo, lo cual es poco satisfactorio para la moral de uno mismo, pero la solución de despedir a los empleados es aun peor, dado que así solo conseguimos aumentar el numero de parados en España, que ya aumenta hasta la escandalosa cifra de más de 4 millones de personas sin empleo.
Pero no solamente los empresarios sufren esta situación, hay personas mucho menos agraciadas que ellos que sufren la misma situación: padres de familia, amás de casa, obreros, autónomos….Todas estas personas sufren más aún la llamada crisis, debido a que no tienen recursos suficientes para subsistir dignamente. Por ello no es de extrañar que el número de personas en paro de este estatus social sea mayor que el de los empresarios. También hay personas que ni siquiera tienen la suerte, por llamarla de alguna manera, de estar en paro ya que en muchas ocasiones no tienen ni siquiera un techo bajo el que dormir o algo que llevarse a la boca. Es duro afrontar que en pleno siglo 21 haya todavía personas que sufren esta situación, pero es más duro aun ver a otras personas que están mejor que ellos que dicen la famosa frase de “qué penita que da” y giran la cabeza hacia otro lado, esas personas son personas que deberían ponerse en el lugar en el que se encuentran los vagabundos o los mendigos, entonces se darían cuenta de que no deben decir “qué penita que da” y girar la cabeza hacia otra parte porque eso es un gesto de egoísmo ante personas con peor suerte que nosotros.
Pero tranquilos, no debemos preocuparnos, tenemos a personas honradas y buenas que se preocupan por el futuro de nuestro país. Esas personas que se encargan de proporcionarnos zonas verdes, trabajos con horarios flexibles, un sueldo digno para esas horas de trabajo son también personas que no se preocupan por sus sueldos, ellos se lo reducen para que nosotros podamos tener una economía aun mejor de la que ellos nos proporcionan. Esas mismas personas que aumentan los salarios de los jubilados, que garantizan que las mujeres no serán despedidas de sus puestos de trabajo por el simple hecho de ser mujer o por estar embarazada, esas personas que garantizan que una persona no será despedida por ser de otra raza, de otra religión o incluso por tener otra inclinación sexual, esas personas, como sabemos, son los llamados políticos, nuestros ministros, nuestro presidente, nuestros alcaldes, nuestros concejales; esas personas se preocupan por nosotros y no por ellos. Además estas personas son optimistas, nos garantizan que la crisis terminara pronto y que solo es un bache, y la verdad, es que estamos seguros de que acabara pero, la pregunta verdadera a esta cuestión es, ¿Cuándo acabara?, ¿realmente acabará o solo será un truco de magia para que nos olvidemos de ella por unos días, unos meses, unos años…? Pero no nos preocupemos, seguro que estas personas acabaran con la crisis antes del 2025, o eso esperamos. En fin yo no viví la época de la posguerra pero sinceramente, y basándome en lo que mis mayores me contaban, actualmente estamos como en esa época, no sería de extrañar que se volvieran a utilizar las llamadas cartillas de racionamiento, que era el sistema que utilizaban para que los españoles estuvieran contentos y así evitar que la gente pensase de maneras distintas al régimen y que se intentase rebelar contra ellos. Pero bueno, esas épocas terminaron, aunque en cierto modo, seguimos en una dictadura, mucho menor en cuanto a política y libertad se refiere pero sigue habiendo personas con las mentalidades e ideas de hace 40 o 50 años que no entienden que todos somos iguales, ya seamos de razas, religiones o de tendencias sexuales distintas.

La situación en España no solamente va de este modo en cuanto a economía se refiere, también esta el tema de nuestra justicia, ¿Qué pasa con lo que nosotros llamamos “Justicia”?, ¿Por qué no cumplen los presos actuales las penas que se le imputan?
Actualmente en nuestro país y en muchos otros, el tema de cada día y de la vida en esos lugares es la pederastia, las violaciones, la violencia de género, el racismo, la homofobia. No consigo entender cómo alguien puede ser tan ruin como para pegar, maltratar o incluso asesinar a alguien por no ser o pensar como él o simplemente por darse cuenta de que esa persona es mejor que él, que no busca problemas, que solo vive para ayudar a los demás o para cuidar de su familia, por que eso es lo que nos diferencia de esos monstruos. Para ellos todo lo que nosotros llamamos discriminación, llamamos agresiones, llamamos maltratos, ellos lo llaman diversión y pasar un buen rato.
Los presos actuales se saltan a la torera todas las penas que se le imputan o directamente no llegan a cumplirlas, hay casos recientes como el de Mari Luz, el de Marta del Castillo o el de Nagore en los que los culpables pasaban olímpicamente de las leyes y cuando finalmente conseguían imputarles una pena, qué nos dan: nos ofrecen un insulto a la verdadera justicia, no es justo que por violar, torturar y asesinar a alguien solamente te caigan 20 o 25 años. Pero lo mejor esta por llegar, ahora tenemos la reducción de penas por buen comportamiento o la llamada libertad condicional. Hace bien poco oí por televisión el caso de un violador al que, de los 50 años a los que le sentenciaron, solo había cumplido 12 cuando ya estaba en la calle en libertad condicional, saben lo que hizo este sujeto aprovechando su libertad, violar a dos menores. Hay derecho que esas chicas sufrieran ese horror por que nuestra justicia decidiese que ya estaba reformado, si una persona viola una vez, y disfruta haciéndolo, lo volverá a hacer, si una persona asesina sabiendo lo que va a hacer y preparándolo, lo volverá a hacer. Las personas somos como somos y no se nos pueden cambiar, igual que hay personas que si se merecen estar libres y no lo están, no entiendo por qué violadores, pederastas, terroristas y demás individuos de esta calaña campen a sus anchas riéndose de la justicia y de la dignidad de las personas decentes. Sinceramente no entiendo cómo podemos decir que estamos en un país civilizado cuando tenemos tan mal construidos o tan deteriorados los pilares de nuestra sociedad. Sin una economía justa e igual para todos y sin una justicia decente que haga cumplir a los culpables las penas que se le imputan, no creo que la frase más adecuada para definir nuestra vida actualmente y nuestra sociedad sea que vivimos en un país civilizado, justo y con igualdad para todos. Para finalizar haré una simple reflexión: ¿quién es más culpable de una mala acción? ¿El que la comete a sabiendas de lo que está haciendo o el que ve como el otro la hace y disfruta observando esa mala acción? La respuesta es simple, ambos son culpables pero también lo son las personas en las que depositamos nuestra confianza de que este tipo de gente cumple las condenas correspondientes a sus actos, y de repente nos lo encontramos en las calles o los vemos en los telediarios porque han repetido sus malas acciones por las que ya fueron juzgados. Hasta que la justicia y el gobierno no reaccione de manera correcta ante estas personas, seguiremos siendo un país incivilizado en cuanto a justicia, leyes, mandatos y decisiones importantes para la vida pacifica de los ciudadanos se refiere.

Jesús Pérez García