Acciones del pasado

Otra poesía, esta vez con reminiscencias de Bécquer y Poe, de mi jovencísimo amigo cartagenero Jesús. Espero que sea de vuestro agrado y que le deis vuestra opinión.

Bajo el techo del amplio salón
Y bajo el busto de palas
Me encuentro entonando mi dulce canción
Con sus acordes y escalas.

Sumergido en mis pensamientos
Y sin ver el amor perfecto
Sí veo mis sentimientos
Cargados de imágenes que han muerto.

Parando la dulce melodía
Un sonido estridente sonó en la habitación
Mas me asusté al ver la ventana abierta y vacía
Y al darme el viento en la cara y no sentir emoción.

Un ave negra graznó desde un árbol cercano,
Con vuelo elegante se acercó a las frías ventanas,
Tras esto, se lanzó sobre mi arrugada mano
Mas falló en el intento, y tras esto, se posó en el busto de palas.

Qué tonto de mí, asustarme por una simple ave carroñera
Mas me arrepiento de haberla menospreciado
Pues con un vuelo en picado y dejando una negra estela
Rasgó con sus frías garras el retrato de mi amada allí colgado.

Tras posarse levemente en el sillón, y en su mullida almohada
Graznó de nuevo y levantando la cabeza en modo de grandeza
Alzó el vuelo levantando así sus negras alas
Y una negra estela inundó la habitación de tristeza.

Parándose de nuevo, esta vez en el juego de armas
Alzó la vista y mirándome desde la empuñadura,
De mis espadas gemelas situadas allí ambas
Lanzó un graznido que en mis oídos aún perdura.

Ese pájaro que en mi salón había organizado tal revuelo,
Con sus fríos y estridentes graznidos me advertía del futuro,
Pues era un mensaje de su amo, al que ahora pronto espero
En mi sillón sentado, frente a la pared teñida ahora de oscuro.

Una fría presencia se sentía dentro de la habitación
Mas me di la vuelta y allí me lo encontré apoyado en la puerta
Al ángel oscuro mandado por Dios para entrar en mi salón
Y terminar con mi existencia y dejar allí mi imagen muerta.

(Jesús Pérez García)