"Lolo es un freak, un inadaptado, sus compañeros se burlan de él, nadie quiere ser su amigo por miedo a ser igualmente rechazado. Quienes lo molestan lo hacen simplemente por jugar, como una diversión que parece inocente. Pero ¿qué sucede con Lolo? Nadie puede imaginar su angustia, su dolor, los daños que de por vida sufrirá".
Francisco de Zataráin aborda el problema del acoso escolar, el llamado "bullying", desde dos perspectivas, la narrativa y el estudio formal. En la narrativa sigue por los caminos de la ficción el caso de un niño acosado de esta manera, sus tormentos, heridas y cicatrices. Por el lado del estudio formal, explica las causas y los efectos de este proceso destructivo, al tiempo que ofrece estrategias para su prevención y solución. Creo que es una lectura sencilla y rápida (150 páginas) indspensable para padres y maestros, una clave para lograr una cultura de tolerancia, solidaridad y paz entre los niños y jóvenes.
3 comentarios:
Gracias por el consejo del libro, que nos puede ser muy útil a los maestros.
Me uno a la opinión de Mari Pau. Gracias por reseñar este manual de convivencia escolar, Johnny.
Confieso que yo sé de primera mano lo que puede llegar a ser para una persona el convertirse en el hazmerreír de los (y las) abusones de la clase, de los listillos, los que marcan la pauta de las relaciones entre los escolares. El daño, según sea el carácter de cada uno, puede ser brutal para la autoestima. Y eso que ahora es aún peor, porque las nuevas tecnologías amplían y magnifican el círculo de los que insultan y machacan. Por eso, me da igual lo que digan sobre que quienes lo hacen son menores de edad, que son niños, que no se dan cuenta... Para mí es un delito con todas las letras, porque de lo que se trata es de hacer daño por diversión. Ni más, ni menos. Y saben perfectamente lo que se hacen: todo aquel que no sea retrasado mental profundo (con todos mis respetos para quienes tienen discapacidad psíquica, pues por lo menos no hacen daño a sabiendas) sabe que unas lágrimas significan que has herido profundamente a una persona. Si no paran ahí, si continúan con el acoso, es porque les gusta ver sufrir a alguien en posición vulnerable. Eso tiene un nombre.
Publicar un comentario