Lu y su pastel con 6 velitas
Mi prima Martha coronando a la festejada
Mi prima Rubí recitando unos versos
Mi prima Rubí recitando unos versos
Lu, sus primas Daniela, Carmen María, Paula Elena, Andrea (atacada de risa) y su hermana Vivi
No había publicado estas fotos porque mi pequeña bebé cumplió años el 26 de julio, exactamente el día que depositamos las cenizas de mi padre en la iglesia de San Juan de los Lagos (el templo al que acude mi madre regularmente). A las 6 de la tarde de ese día asistimos a la iglesia a una misa y dejamos a mi padre en su nicho y al salir del lugar mis primas Martha y Rubí nos recordaron que Lucianna cumplía años. No pensábamos hacerle nada por respeto al dolor de la familia, pero mi madre nos dijo que en casa de mi hermana Diana (ya que estaba toda la familia reunida) hiciéramos algo para ella, yo insistía en no hacer nada pero de un momento para otro mi hermana compró un pastel, mis primas se fueron de compras (y llegaron con infinidad de regalos) y para las 8 de la noche estaba todo listo para el festejo; en Chiapas de donde es la familia de mi madre, se acostumbra coronar a los festejados con una corona de flores naturales y recitarles unos versos inventados en el momento, todo se realizó y mi hija festejó un año más de vida, en honor al abuelo que nos acababa de dejar. Llorábamos y reíamos al mismo tiempo recordando anécdotas de mi padre y de Lucianna, así es la vida misma, reimos y lloramos pero como reza el refrán: la vida tiene que seguir. Hoy, dos meses y medio después, aún estamos tristes pero siempre con un pensamiento y sentimiento bello en honor de él.
No había publicado estas fotos porque mi pequeña bebé cumplió años el 26 de julio, exactamente el día que depositamos las cenizas de mi padre en la iglesia de San Juan de los Lagos (el templo al que acude mi madre regularmente). A las 6 de la tarde de ese día asistimos a la iglesia a una misa y dejamos a mi padre en su nicho y al salir del lugar mis primas Martha y Rubí nos recordaron que Lucianna cumplía años. No pensábamos hacerle nada por respeto al dolor de la familia, pero mi madre nos dijo que en casa de mi hermana Diana (ya que estaba toda la familia reunida) hiciéramos algo para ella, yo insistía en no hacer nada pero de un momento para otro mi hermana compró un pastel, mis primas se fueron de compras (y llegaron con infinidad de regalos) y para las 8 de la noche estaba todo listo para el festejo; en Chiapas de donde es la familia de mi madre, se acostumbra coronar a los festejados con una corona de flores naturales y recitarles unos versos inventados en el momento, todo se realizó y mi hija festejó un año más de vida, en honor al abuelo que nos acababa de dejar. Llorábamos y reíamos al mismo tiempo recordando anécdotas de mi padre y de Lucianna, así es la vida misma, reimos y lloramos pero como reza el refrán: la vida tiene que seguir. Hoy, dos meses y medio después, aún estamos tristes pero siempre con un pensamiento y sentimiento bello en honor de él.
2 comentarios:
En efecto, así es la vida: unos se van y otros recién empiezan su camino. Aplaudo la iniciativa de tus primas de prepararle una pequeña fiesta a Lucianna. La niña se merecía ese pequeño remanso de alegría entre tanta tristeza, al igual que el resto de la familia. En sus sucesivos cumpleaños tendréis un recuerdo agridulce del día en que cumplió 6 añitos.
Muy bonitas las tradiciones de cumpleaños originarias de Chiapas.
Muchos besos de mi parte para Lucianna en el día de su cumpleaños. Me alegro de que tuviera un momento para ella en medio de vuestro comprensible luto. Recibe también un abrazo de mi parte, Johnny.
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