Nada más llegar ayer al centro social, la trabajadora ídem me comunicó una mala noticia: el hijo de una compañera de la limpieza y nieto de una alumna mía había fallecido. Yo no lo conocía apenas, tendría treinta y tantos años y una niña pequeña. Lo peor es que su padre lo halló ahorcado en la casa de campo familiar. Ignoro si el chico tenía depresión o problemas sentimentales (estaba separado de su pareja) o económicos si no le iba bien en su propia empresa, o simplemente sufrió un mal pensamiento que lo llevó a tomar esa decisión tan trágica. Sea como sea, descanse en paz.
Él ya ha acabado con su existencia, pero no quiero imaginar el padecimiento que le queda a la familia. Aunque un accidente o una enfermedad son duros de asimilar, acabamos aceptándolos, más bien resignándonos. ¡Pero esto…! Me merezco dos buenas bofetadas por estar tan abatida estas últimas semanas cuando tengo tanto por lo que dar gracias.
Me viene a la cabeza la canción de Joaquín Sabina Quién me ha robado el mes de abril, que no la repito porque ya la puse aquí hace tiempo. Siempre que la escucho, pienso en todas las personas jóvenes que se han ido demasiado pronto de este mundo y se han quedado sin mes de abril para siempre.
Descansen en paz.
2 comentarios:
Animo mi amiga, Dios aprieta pero no ahorca dice el dicho.
Te publiqué algo para animarte, Los Rebeldes de 1983.
Descanse en paz. Fue una salida que tomó y que no se recomienda a nadie
:(
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