Sinopsis:
Han
pasado cinco años desde los sucesos que llevaron a Hipo a conseguir entrenar a
su dragón, rompiendo la estela de su pueblo vikingo de cazarlos. Astrid y el
resto de la pandilla han conseguido que la isla tome contacto con un nuevo
deporte: las carreras de dragones. Mientras realizan una carrera, atraviesan
los cielos llegando a territorios inhóspitos, donde nadie antes ha estado.
Explorando nuevos mundos, el viaje les lleva a descubrir una cueva recubierta
de hielo que resulta ser el hogar de cientos de nuevos dragones salvajes,
protegidos por un misterioso guardián. Hipo y los suyos deberán unirse al
guardián para proteger a los dragones de las fuerzas malignas que quieren
acabar con ellos.
Gracias a una promoción, conseguí dos entradas gratis para ver Cómo
entrenar a tu dragón 2. No tenía pensado ir a verla sino esperar al DVD, pero,
dada la oportunidad, la aproveché. Pedro la vio por cuarta vez (las previas,
por el bajanini), así que os podéis figurar hasta qué punto es fan de la saga.
Sabiendo que no soy entusiasta especialmente del cine de animación, os
preguntaréis la razón de querer verla, mejor dicho oírla en V. O.: la voz de
Estoico es la de mi querido Gerard Butler, además de muchos gestos y expresiones
faciales.
Aparte de ese aliciente, la peli es una delicia, tanto para pequeños como
para adultos, de lo mejorcito que he visto este verano, que no ha sido poco. Entretenida,
con momentos de humor y otros de corazón encogido, de amor a la naturaleza, a
lo diferente, a la igualdad de la discapacidad. Y preciosa estéticamente, con
ese colorido de los dragones, la majestuosidad del océano, la música celta,… Qué
diferencia de verla en pantalla grande a la tele, que es donde vi la primera.
Creo que la disfrutamos más que los niños que había en el cine. Me fijé en
un detalle que no recuerdo si salía en la primera parte. A ver si me explicáis
cómo los aguerridos vikingos, prototipos de virilidad y, por ende, de
pilosidad, ¡llevan las axilas depiladas!