lunes, 16 de enero de 2017
The Young Pope
Sinopsis:
Retrata la historia de Pio XIII, un Papa ultraconservador, cercano al oscurantismo y muy valorado por todos, especialmente por los pobres. El joven pontífice, en esta historia, intenta encajar en un puesto en el que las conspiraciones están a la orden del día.
Entre lo mucho que he visto en navidades están los 10 episodios de la única temporada de The Young Pope. Confieso que me costó avanzar tras los primeros episodios. Las imágenes son preciosistas; sin embargo, los guiones a veces llegaban a desesperar: más de un episodio me planteé dejar de ver la serie, o bien porque me había perdido, o bien porque me atacaba los nervios. No obstante, algo me empujaba a continuar capítulo a capítulo, quizás para ver cómo evolucionaba ese papa endiosado que pretende devolver a la Iglesia Católica a los tiempos del oscurantismo en que todo era pecado, encarnado por un magistral Jude Law casi más guapo que en sus años mozos.
No deja sin tratar temas tan polémicos como los abusos a niños, la homosexualidad, el poder eclesiástico, la acción de los misioneros en países subdesarrollados, las relaciones paterno-filiales, los supuestos visionarios y las apariciones marianas, entre muchos otros.
Es una pena que un actorazo como Javier Cámara no aparezca más; no es que salga poco sino que sus intervenciones dan ganas de más porque me habría gustado que su personaje adquiriese mayor protagonismo.
En fin, que no me arrepiento de haberle dado una segunda oportunidad.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Pues parece que puede estar bastante bien. Además, la temática da para mucho; no ya por el asunto de la pederastia, que también, sino por la preocupante idea de que a veces, paradójicamente, los gobernantes que son más conservadores parecen conectar mejor con los desfavorecidos; sin embargo, otros políticos más progresistas hacen las cosas de tal manera que dan por supuesto que están representándolos, cuando en ocasiones no es así. Concretamente, estoy pensando, cómo no, en Mr. Trump.
Yo hubiera jurado que meter en vereda a las multinacionales para que no se vayan sistemáticamente a los países con costes laborales más bajos (y pagando allí sueldos bajos incluso para su estándar de coste de la vida) estaría en la agenda de políticos socialdemócratas, pero se ve que no: lo que han hecho (especialmente los de la "tercera vía" de Blair & Company) ha sido bailar siguiendo los dictados de la globalización y de los mercados financieros.
En resumen, me muero de vergüenza al constatar que ha tenido que ser semejante impresentable quien lleve a efecto una medida que yo hubiera jurado que es progresista.
Dicen, peyorativamente, que eso es proteccionismo: bueno, ya iba siendo hora de que alguien "proteja" puestos de trabajo medianamente bien pagados y estables, como son los de la industria automovilística.
Ah, y que conste que no me opongo a que abran fábricas en países con costes laborales más bajos, siempre que mantengan las de sus países de origen. Si pueden expandirse, que se expandan, pero no quitando de aquí para poner allá.
¿Y qué tiene que ver todo esto con Su Santidad Pío XIII? Muy sencillo: si no quieres que un "populista" o un "oscurantista" se haga con un nicho de poder aprovechando un descontento o un vacío, haz el favor de NO crear ese vacío.
Publicar un comentario