Sinopsis:
La historia transcurre en el cálido verano de 2010 en una pequeña capital de provincias española. Un peculiar y disfuncional comando de ETA -formado por un veterano que está deseando demostrar que no es un cobarde, una pareja cuyo compromiso depende de la continuidad de la banda (y un manchego que cree que entrar en el comando le hará sentir como si fuera Chuck Norris)- se atrinchera en un piso a la espera de recibir una llamada, que parece que nunca llega, para pasar a la acción. Mientras tanto, la selección española de fútbol va avanzando triunfalmente en el Mundial de Sudáfrica y todo el mundo lo celebra a su alrededor...
Con la reciente lectura de la novela Patria, me hallaba muy sensibilizada con el tema de ETA y se me hacía extraño reírme con algo que tanto dolor ha causado. Pronto me di cuenta de que aquí no se falta al respeto a las víctimas. También pensé que, si en lugar de referirse a la organización abertzale fuera el IRA o Al-Quaeda, por poner dos ejemplos, me estaría partiendo de risa. Así que opté por disfrutar de un guión ocurrente (no exento de tópicos, cierto es) y la estupenda actuación de veteranos como Javier Cámara, Ramón Barea y Tina Sáinz, y jóvenes consolidados como Miren Ibarguren, Gorka Otxoa y Julián López.
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