Sinopsis:
Si creyéramos a Ovidio, los romanos magnificaban el amor y la sexualidad. Pero no eran tan libres como nos hacen pensar sus elegías, sus poemas eróticos y sus estatuas.
En este libro, Paul Veyne nos proporciona una imagen de Roma totalmente distinta: la de una sociedad llena de tabúes, en la que coexiste el refinamiento aristocrático con la brutalidad; la virtud republicana y la violencia erigida en espectáculo; entre la justicia y la ley del Talión.
Sin ser un exhaustivo y sesudo análisis del tema al que alude el título, tampoco es un acercamiento popular, y ahí es donde le pondría un pero. Aun así, he encontrado datos curiosos sobre la vida cotidiana de los romanos. El autor nos muestra un mundo lleno de luces y sombras y nos revela las múltiples facetas de los romanos en relación con la política, el dinero, la pareja, la sexualidad, la vida y la muerte.
Me ha llamado la atención el apartado sobre los gladiadores porque me ha traído a la memoria la serie Spartacus y su, dentro de lo que cabe, bastante adecuación a la realidad. Lo que ignoraba es que muchos gladiadores no eran esclavos sino voluntarios, comparados a los toreros o boxeadores de la actualidad, por poner dos ejemplos recogidos en el ensayo.
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