Sinopsis:
Queralt Bonmatí, una joven barcelonesa de familia pudiente, aparece asesinada en un paraje idílico del Camino de Santiago. Había salido tres semanas antes de Roncesvalles, donde tuvo un incidente con un desconocido, pero esta es sólo una de las pistas que no ayudan a una resolución rápida. El subteniente Bevilacqua recibe del máximo jefe del cuerpo, el teniente general Pereira, el encargo de ocuparse de la investigación, dado el perfi l del padre de la víctima, Ferran Bonmatí, un expolítico y empresario vinculado al independentismo catalán que a su vez está en el radar de la justicia por sus oscuras actividades en apoyo del desafío al Estado.
Cómo he disfrutado de las quinientas y pico páginas de La llama de Focea, la última novela de Lorenzo Silva protagonizadas por Bevilacqua y Chamorro. Por favor, cuán maravillosamente escribe este señor. Por regla general, en una novela policíaca suelo tener el apremio de pasar página tras página para resolver el misterio. Aquí no. Aquí, no voy a decir que me da igual, pero no siento la prisa. Me recreo en las palabras sabias y reflexivas que salen de los labios y de la mente de Vila, un hombre sensato, un filósofo asequible, curtido en mil batallas, que procura evitar el desaliento. Qué acertados son sus análisis sobre la situación española en general y en aspectos específicos como el nacionalismo catalán en este caso. Me quito el sombrero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario