Quizás os hayáis percatado de que hace tiempo que no os comento el último libro que he leído. He tardado dos semanas en terminar las más de 900 páginas de El corazón helado que tomé prestado de la biblioteca.
Me he leído desde el principio bastantes novelas de Almudena Grandes. Me encanta su modo de escribir, su forma de describir sentimientos y la sensibilidad que destila a través de los personajes de sus novelas. En algunos párrafos de sus libros me han entrado ganas de aplaudirle. Sin embargo, su prosa en ésta pretende ser tan ambiciosa que peca de farragosa y repetitiva.He tenido la impresión de que el intento de transmitir sus ideas sobre la Segunda República, y sobre la Guerra Civil, sobradamente conocidas por sus entrevistas y participación en actos públicos, acaban resultando más protagonistas que los propios personajes. Por ese motivo, entre otros, este libro me ha resultado un tanto cargante.
Ana, a ti te encantaría, pues me consta que te interesa sobremanera ese período histórico, pero creo recordar que también me dijiste que no te gustan los libros demasiado largos, y éste, desde luego, lo es. El empeño en hablar de "buenos" y "malos" será para ella un modo de ejercer su compromiso político, pero a mi modo de ver limita la habitual riqueza de matices de sus personajes, lo que es una lástima pues la idea de la historia es atractiva.
Os dejo con la sinopsis:
Os dejo con la sinopsis:
El día de su muerte, Julio Carrión, poderoso hombre de negocios deja a sus hijos una sustanciosa herencia con muchos oscuros de su pasado y de su experiencia en la Guerra Civil y la División Azul.
En su entierro, en febrero de 2005, su hijo Álvaro, desvinculado de los negocios familiares, se sorprende de la presencia de una mujer joven desconocida que parece delatar aspectos ocultos de la vida de su padre. Raquel Fernández Perea es hija y nieta de exiliados en Francia y lo sabe todo sobre la vida de sus padres y abuelos. Para ella sólo una historia permanece sin aclarar; la de una tarde que acompañó a su abuelo a visitar a unos desconocidos con los que intuyó existía una deuda pendiente.
Álvaro y Raquel están condenados a encontrarse porque sus respectivas historias familiares, que son también la historia de muchas familias en España, desde la Guerra Civil hasta la Transición, forman parte de sí mismos y explican además sus orígenes, su presente. También porque, sin saberlo, se sentirán atraídos sin remedio.
2 comentarios:
Muchas gracias por tu información. ¡Cómo me conoces!.Puedo aguantar un libro largo si me engancha. Tus comentarios me son de ayuda al igual que los de las películas.
Me gusta el argumento.
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