Estopa fueron al centro comercial Gran Vía de Alicante a firmar su último cd “Allenrock” y allí que me llevó Pedro a instancias mías. Aunque llegamos con mucha antelación, la cola de gente era larguísima. “Privilegios” de discapacitada, un guarda de seguridad me colocó en primera fila, al igual que a otro chaval en silla de ruedas. Precedidos de gritos de histeria, cuando llegaron los hermanos Muñoz se acercaron primero a nosotros. Tanto Jose (el más simpático) como David me dieron un par de besos, posaron para una foto y me firmaron el cd que había comprado una hora antes. Por cierto, Pedro no podía desprender el celofán que lo envolvía y fue el propio Jose quien se lo abrió muy amablemente.
Son unos chavales naturales que no han perdido espontaneidad pese a los años de oficio que llevan a sus espaldas, y que saben cómo tratar al personal, desde niños pequeños a adolescentes temblorosas pasando por otras mayorcitas de lo más sobonas. Desde luego que sus esposas tienen que tener unas tragaderas... Y ellos, mucha paciencia para aguantar tanta firma, tanta foto y Desde luego que sus esposas tienen que tener unas tragaderas... Y ellos, mucha paciencia para aguantar tanta firma, tanta foto y tanto beso. Su presencia estaba anunciada de 12 a 13.30. Una hora después, aún seguían atendiendo a la gente. Al fin y al cabo, forma parte de su trabajo: así se aseguran que al menos esos cds se venden de manera legal. Según leí en el periódico, dos días antes de salir el disco al mercado ya se habían producido más de 250.000 descargas ilegales en internet.
Aquí firmándome el disco.
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