Estas vacaciones me he entretenido leyendo La resistencia, primera parte de Memorias de Idhún, que es una trilogía de libros de fantasía y aventura escrita por la valenciana Laura Gallego García.
Al principio estuve a punto de dejarlo pues se me hacía algo pesado y demasiado infantil. No obstante, saqué a la adolescente que habita en mí y empecé a disfrutar de las más de 400 páginas de un libro que habría hecho mis delicias a los quince años. Acabado el libro, he vuelto a la biblioteca para devolverlo y coger la segunda parte que casi le dobla en páginas, pero he visto que no tienen la tercera. O sea, que para quedarme a medias (mejor dicho, a dos tercios), no sé si lo leeré.
La historia gira en torno a tres adolescentes llamados Jack, Victoria y Kirtash o Christian. Algunos magos renegados escaparon de la conjunción astral y fueron a la Tierra. Allí fue enviado Kirtash, un frío y eficaz asesino al servicio de Ashran, con el objetivo de acabar con ellos. Jack y Victoria, terrícolas, tratarán de impedírselo unidos a La Resistencia, formada en un principio por el príncipe Alsan de Vanissar y el mago Shail.
Trata de una serie de acontecimientos fantásticos que afectará a dos mundos: la Tierra e Idhún. En éste último mundo viven seis razas (sangrecaliente) en relativa armonía: humanos, celestes, féericos, varu, gigantes y los yan. Existen también especies semidivinas: unicornios, dragones y sheks (serpientes aladas). Los sheks (y con ellos los szish, sus fieles aliados), fueron exiliados y casi extintos por los dragones tiempo atrás pero un mago infinitamente poderoso, Ashran el Nigromante, utilizó su magia combinada con la de los dioses para provocar una conjunción astral de los tres soles y tres lunas de Idhún para traer a los sheks de vuelta y exterminar a dragones y unicornios. De este modo, podrá implantar su dominio sobre las seis razas sangrecaliente con ayuda de los sangrefría (szish), ya que una profecía afirmaba que serían un dragón y un unicornio quienes causarían su caída.
Todo ese mundo y sus tradiciones sirven de marco para una singular historia de amor a tres bandas. Las historias entrelazadas de Jack, Victoria y Kirtash son el núcleo de la narración en casi todo momento, haciendo a veces superfluas las historias secundarias. De tan atrayentes que son estos tres personajes los demás quedan en otro plano demasiado alejado. Si no fuera porque se trata de una novela juvenil, diría que ese trío podría dar mucho juego.
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