Un drama realista sobre la vida de la gente que padece Alzheimer y como la enfermedad deteriora los recuerdos, incluidos los del matrimonio. Es la historia de amor de Fiona (Julie Christie) y Grant (Gordon Pinsent) como después de muchos años de casados y habiendo superado una cantidad considerables de problemas y estar atravesando por una de las mejores épocas de repente se ve afectada por el Alzheimer. La cruel enfermedad empieza borrando los recuerdos más recientes y así continúa hasta borrar sus últimos buenos momentos juntos. Empieza a recordar un pasado más lejano, que no fue tan bueno como el actual y que había deteriorado bastante el matrimonio por ese entonces. Decide por propia voluntad ingresar a un centro donde puedan ayudarla a recuperarse, pero lejos de eso, se verá atraída por otro residente, del cual su marido esta celoso.
Una película que nos abre el mundo de la terrible enfermedad y como está puede cambiar en cuestión de días la vida de los familiares de los pacientes, con las primeras pérdidas de memoria.
Aunque a veces peca de lenta, resulta conmovedora. Me recordó a un episodio de Nip/Tuck que trataba el mismo tema. Además, Julie Christie está espléndida en este papel tan difícil por el que recibió una justa nominación al Oscar.
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