Imaginaos qué cara se nos ha quedado cuando esta mañana hemos visto llegar a la casa de campo de mi hermana a Luna con este modelito de turista, perfectamente conjuntada, la mar de consciente de lo guapa que iba con su bolso y sus gafas de sol, todo de Hello Kitty. ¡Nos la habríamos comido a besos!
Además, estaba más fresca que una lechuga a pesar de que la noche anterior se acostó a las tantas y bailó de todo y con todos (abajo, con mi cuñada) en la verbena del barrio de San Roque, fiestas de las que os hablaré más extensamente en una próxima ocasión.
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2 comentarios:
A estes edats els xiquets estan de sucre.
Luna sigue embelleciendo dia a dia. ¡Que ganas de volver a esa casa de campo a degustar la riquísima comida que probé!
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